Finalmente, padres de los 43 reconocen que fue el crimen organizado

En cuestión de horas –a las seis de la tarde–, la Procuraduría General de la República compartirá los resultados del peritaje de la Universidad de Innsbruck con los involucrados en el Caso Iguala.

La exposición de resultados será privada y estarán presentes los representantes de los padres de los 43 –Mario Patrón y su abogado, Vidulfo Rosales–; así como los peritos argentinos y –aunque fueron invitados–, no se sabe si acudirán los expertos del GIEI.

Según parece, la socialización de los peritajes de Innsbruck será el último clavo en el ataúd del macabro negocio de Iguala.

Y es que, para estas alturas, han sido expuestos todos los farsantes que han tratado de sacar raja política del caso.

Por ejemplo, este martes circuló un video en que el abogado de los padres –Vidulfo Rosales–, admite que la organización criminal Guerreros Unidos entrega dinero a los padres de los normalista.s

Horas después, el propio Vidulfo cambió la versión que ha defendido durante años y pidió a la autoridad que sancione al cártel de los Guerreros Unidos quienes, en sus palabras, desaparecieron y asesinaron a los normalistas.

Pero hay más.

Las investigaciones recientes y los peritajes serios han expuesto las farsas que promovieron otros abusivos que intentaron obtener raja política con el caso: el GIEI.

Hoy, con las evidencias que existen, sabemos que el GIEI se equivocó cuando:

Uno. Negaron que los 43 estudiantes hayan sido incinerados en el basurero de Cocula.

Dos. Recurrieron al peritaje de José Torero, “especialista en incendios”, quien negó haber encontrado evidencias de una cremación masiva en el mismo basurero.

Tres. Dijeron que en el basurero de Cocula no era probable calcinar siquiera un cuerpo.

Cuatro. Acusaron a la PGR de violar los acuerdo de confidencialidad con el Grupo Colegiado de Expertos en Fuego.

Cinco. Aseguraron que la lluvia habría apagado el fuego en el basurero de Cocula.

Seis. Declararon que era “incierto” el destino de los normalistas.

Siete. Inventaron la chabacana versión del quinto autobús.

Y por si todo lo anterior no basta, cada uno de estos presuntos expertos resultaron ser verdaderas joyitas. Por ejemplo:

Uno. Alejandro Valencia. Abogado colombiano.Impulsó la desmilitarización de las zonas donde se cultivaba cocaína en Colombia.

Dos.Ángela Buitrago. Abogada colombiana. La Corte de Colombia reactivó una demanda en su contra por falsedad de declaración, fraude electoral y prevaricato.

Tres.Claudia Paz y Paz. Abogada guatemalteca. Protegió a activistas que tomaban ilegalmente instalaciones, que invadían propiedad privada y que robaban

Cuatro. Francisco Cox. Abogado chileno. Trabaja en otro caso –en Uganda– a la par que investiga el caso Ayotzinapa.

Y cinco.Carlos Beristain. Médico. Viajó a Roma y entregó al Vaticano el expediente del caso de los 43. Durante el tiempo de su viaje, siguió cobrando por una investigación en la que, evidentemente, no estaba participando.

Por eso, insistimos, cuando se conozcan los resultados de Innsbruck, seguramente se desmoronará la farsa. La mesa está puesta, ¿sabrán las autoridades hacer lo que les toca?