Extorsión: una plaga que ya se extendió por casi todo el país

Una muestra más del fracaso en la política de seguridad, pues el delito de la extorsión es una plaga que ya se extendió por casi todo el país

Extorsión: una plaga que ya se extendió por casi todo el país
Foto: Milenio

El delito de la extorsión es una plaga que ya se extendió por casi todo el país. Algo que también exhibe el fracaso de las políticas de seguridad tanto locales como federales.

La extorsión es una plaga se se ha extendido prácticamente por todo el país.

No respeta condición económica ni social. Azota lo mismo a empresarios, hoteleros y restauranteros que a taxistas, taqueros y vendedores ambulantes.

Reforma reportó que en Acapulco, por ejemplo, la tarde del sábado 15 de abril, el líder transportista Omar Reyes Campos fue asesinado tras negarse a recabar entre sus propios compañeros del gremio cuotas que exige el crimen organizado.

Mientras que en Oaxaca, comerciantes del Istmo de Tehuantepec dijeron que bandas criminales exigen cobro de piso a locatarios de mercados y dueños de escuelas privadas bajo amenaza de ser ejecutados.

A su vez, en Cuernavaca, Morelos, al menos 23 bares han bajado sus cortinas de diciembre a la fecha, ante el asedio del crimen para que pagaran cuotas, revelaron autoridades policiales. En Cuautla, sólo en un mes, cerraron 20 negocios, principalmente antros y restaurantes.

Extorsión: una plaga que ya se extendió por casi todo el país

Sonora no es la excepción, pues han llegado a quemar comercios, realizar disparos a comensales y fachadas de bares para aterrorizar, así como levantones y tablazos a taxistas que se niegan a pagar.

Michoacán tampoco se salva, ya que paga piso toda la cadena de producción de limoneros, aguacateros y de carne de cerdo. Desde cortadores, empacadores hasta transportistas, advierten los afectados.

La investigación de Benito Jiménez y Jesús Guerrero también reveló que en el Estado de México les cobran a transportistas, bares, comercios, taxistas, talleres mecánicos y tianguistas.

“Para no ir más lejos, en el sector Bordo (de Xochiaca), los mandos extorsionan a los compañeros, le cobran piso por uso de patrullas o de cruceros para multar, así te lo digo”, reveló un policía de Nezahualcóyotl.

Al mismo tiempo que el gobernador Cuitláhuac García organiza marchas contra la Suprema Corte, en Veracruz, como en muchos otros estados, las víctimas dicen que no denuncian las extorsiones por la colusión de los criminales con las autoridades.

Una muestra más del fracaso en la estrategia de seguridad, pues el delito de la extorsión es una plaga que ya se extendió por casi todo el país.

JZ