Estrangulan el AICM para enviar a todos al AIFA: Loret de Mola

La única manera en que sea atractivo el AIFA es que sea cada vez más desagradable el AICM, señala el periodista

AICM-AIFA Loret de Mola
Especial

La única manera en que funcione el aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA) es que deje de ser funcional el Benito Juárez, señala el periodista Carlos Loret de Mola, en su columna de este miércoles, donde asegura que el gobierno federal ha iniciado una acuciosa estrategia de estrangulamiento del AICM, para enviar a todos al AIFA.

La única manera en que sea atractivo el AIFA es que sea cada vez más desagradable el AICM. No se trata de hacer mejor la terminal de Santa Lucía sino de hacer peor la que existe y sí sirve, para que en la comparación pueda salvarse.

Y es que como todos sabemos, el AIFA es un proyecto caro y fallido del presidente López Obrador, y para tratar de rescatarlo, tratan de hacer ver más desagradable el AICM.

Según Loret, el AICM se está manejando mal, deliberadamente, se está afeando, deliberadamente, se está operando mal para causar molestias, deliberadamente. La estrategia del gobierno trata de cortarle el oxígeno poco a poco. Ahogarlo.

La estrategia de estrangulamiento del AICM

  • Hay cuatro bandas para que los pasajeros recojan su equipaje, pero sólo activan una y en esa amontonan todas las maletas de todos los vuelos que van llegando.
  • Las filas de Migración serpentean todas las cintas, suben las escaleras y continúan por los pasillos.
  • La fila de Aduana es también larga, aunque el usuario manifieste que no tiene nada que declarar.
  • Hay fila hasta en los taxis.
  • Los trabajadores del aeropuerto, los maleteros, los taxistas, los de Migración, los del SAT, los guardias nacionales, todos cuentan historias de cómo los orillan a dar un mal servicio, cómo las líneas áreas no tienen el personal suficiente y cómo las tareas básicas no se están cumpliendo.
  • Hay andamios abandonados, techos rotos, paredes improvisadas de tabla-roca. Los pilotos de todo el mundo ya saben que si vuelan a la Ciudad de México deben cargar combustible extra porque lo más seguro es que los tengan dando vueltas en el aire un rato antes de permitirles el aterrizaje. Y cuando necesitan llenar el tanque, tienen que esperar porque la pipa con turbosina tarda en aparecerse.
  • Son cada vez más frecuentes los retrasos por horas, las cancelaciones, los aviones que tienen que bajar en otras ciudades o los que aterrizan y se pasan un largo tiempo esperando a que les asignen una posición de llegada, y luego es posición remota, así que súmele el tiempo del camión.

Más lo anteriormente mencionado, Loret recuerda los episodios de terror que han vivido los usuarios con los aterrizajes de los aviones y el rediseño del espacio aéreo que ha sido un fracaso.

Además, también resalta que mientras se desperdician millones de pesos en la terminal-capricho del presidente en Santa Lucía, al aeropuerto Benito Juárez le han recortado el 30% de su presupuesto.

Todo lo que está pasando, menciona el periodista, es una instrucción deliberada desde Palacio Nacional: mi aeropuertito tiene que funcionar sí o sí. Y para eso, el presidente no ha escatimado en ir destruyendo el aeropuerto que tiene y extorsionar a las aerolíneas para que sumen vuelos a un AIFA que nadie usa… ni el presidente.

Es la tónica del sexenio: destruir lo bueno, para que lo malo no se vea tan feo.

Con información de El Universal