Este es el estudio sobre la reforma electoral que hizo enfurecer a los morenistas

El senador Ricardo Monreal asegura que no cree en el estudio, y que se le hace "muy exagerado"

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Especial

El estudio de la Dirección General de Difusión y Publicaciones del Instituto Belisario Domínguez (IBD) sobre la reforma electoral que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador, hizo enfurecer a los morenistas.

Al ser cuestionado sobre el tema, Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, planteó que debería de discutirse por la Junta de Coordinación Política (Jucopo), que él preside, pues a su parecer la información difundida es “muy exagerado”.

“No creo ese estudio, aunque es de aquí del Senado, se me hace muy exagerado, no lo conocía lo voy a revisar. Belisario Dominguez es un instituto que sirve fundamentalmente para encuestas y estudios de opinión pero no tenía conocimiento y estos temas los debe de conocer primero la Junta de Coordinación Política, pero además está el debate en la Cámara de Diputados, nosotros seremos respetuosos del debate”, declaró.

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¿Qué dice el estudio sobre la reforma electoral de AMLO?

Dicho estudio destaca que la propuesta de elegir mediante voto popular a consejeros y magistrados electorales tendría un costo superior a los 8 mil millones de pesos. 

“En principio, la organización y celebración de un nuevo proceso electoral federal tendría un costo económico superior a los 8 mil millones de pesos, que va en contra del principio de austeridad que el gobierno busca incorporar con su iniciativa de reforma electoral”, se lee en el estudio titulado “Ventajas, costos y riesgos de la elección popular de las autoridades electorales en México”.

Además destaca que la idea de elegir por el voto popular a consejeros y magistrados electorales ofrece ventajas como el fortalecimiento de la democracia, una mayor legitimidad de las autoridades electorales, así como posibilidades de mejora e innovación institucional como producto de la competencia política.

Pero también advierte que esta fórmula “democrática” también implica costos y riesgos que no deben perderse de vista en el proceso de deliberación legislativa.