Tras el asesinato de un par de sacerdotes jesuitas, tomaron relevancia las masacres en la sierra Tarahumara, región del país que desde hace vario años se encuentra bajo el yugo del crimen organizado.
Desde hace 14 años, 2008, la sierra Tarahumara, en Chihuahua, ha sido una de las regiones más afectadas por conflictos armados protagonizados por el crimen organizado.
Hoy las tragedias para Chihuahua continúan tras los recientes hechos de violencia con dos sacerdotes y un guía de turistas asesinados en Cerocahui.
El medio digital EMEEQUIS recordó que el 16 de agosto del año 2008, en los viveros de Profortarah, cerca de la Laguna Arareco al este de Creel, un grupo de jóvenes había llegado al lugar luego de haber participado en una carrera de caballos. Cerca de las cuatro de la tarde, mientras los jóvenes jugaban por aquel vivero, arribó un grupo de hombres armados y disparó en contra de los jóvenes: 13 víctimas, entre ellas un bebé.
Actualmente, el lugar de aquella masacre es la Plaza de la Paz, en la que cada aniversario luctuoso se celebra una misa; sin embargo, las familias y los deudos siguen sin justicia y el único apoyo que han recibido es espiritual por parte de sacerdotes jesuitas quienes han atestiguado la falta de justicia y silencio por parte de autoridades.
Tales hechos son recordados después de que el pasado lunes 20 de junio, fueron asesinados dos sacerdotes, miembros de la Compañía de Jesús, identificados como Joaquín César Mora Salazarn y Javier Campos Morales en la comunidad Cerocahui, luego de que intentaron ayudar a un hombre quien hoy las autoridades han identificado como Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez, guía turístico, de acuerdo con la Fiscalía.
Las tres personas fueron ejecutadas al interior de la iglesia y sus cuerpos los raptaron sus agresores.
Este hecho causó la indignación de la Compañía de Jesús, que emitió un comunicado en el que señala que “Hechos como estos no son aislados. La Sierra Tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas. Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos”.
No hay justicia por la masacre de Creel
Respecto a la masacre de Creel, ésta sigue sin encontrar justicia plena desde 2008. Durante los procesos penales a lo largo de estos años, en 2014 fue absuelto Sandro Gilberto Romero Romero, quien fue detenido por los hechos violentos, sin embargo, el Tribunal de Juicio Oral determinó que no había elementos suficientes para incriminarlo.
Además, Jorge Salvador Villa Cruz, bajo el criterio de oportunidad y a cambio de información para dar con el paradero del resto de los culpables, fue liberado en marzo del 2012. Únicamente se encuentra preso Luis Raúl Péres Alvarado, alías “La Chicarrona” sentenciado a 82 años 6 meses de prisión y José Manuel Saucedo Reyes “La Kila” o El Lince, detenido por delincuencia organizada y portación de armas de acuerdo con el portal Border Hub.
Región bañada de sangre
EMEEQUIS también destacó que en 2017 dos líderes Rarámuris Isidro Baldenegro López y Juan OntIveros Ramos fueron asesinados el 15 y 31 de enero de ese año respectivamente, en la sierra Tarahumara, Baldenegro López era activista y defensor del medio ambiente, su lucha fue contra la tala ilegal en los municipios de Calvo y Guadalupe.
Dicha labor en pro del medio ambiente de Isidro Baldenegro fue reconocida a nivel mundial por diversas ONG´s y fue galardonado por el premio Goldman en 2005, premio que reconoce a defensores del medio ambiente.
Mientras que Ontiveros Ramos defendía el territorio ancestral de la comunidad Choréachi en el mismo municipio, sin embargo, en ambos asesinatos persiste la impunidad.
“Juan Carrillo Martínez recibió amenazas desde el 2016 que lo obligaron a retirarse de la comunidad de Coloradas de la Virgen por un tiempo. Carrillo Martínez era defensor y presidente de bienes comunales de la misma localidad, a pesar de que las autoridades estaban al tanto del riesgo que corría y de ser beneficiario del Mecanismo de protección de personas defensoras de Derechos Humanos para fue asesinado el 24 de octubre del 2018”, detalló el sitio digital.
Al parecer, ninguna autoridad ha querido tomar en serio lo que ocurre en Chihuahua, pues tras el asesinato de un par de sacerdotes jesuitas, tomaron relevancia las masacres en la sierra Tarahumara.
Con información de EMEEQUIS
JZ