“Es un honor estar con Obrador”; la sumisión del legislativo ante AMLO

FOTO: SAUL LOPEZ/ CUARTOSCURO.COM

Este miércoles, en la toma de protesta de los diputados federales, los nuevos legisladores corearon la famosa frase de consigna de apoyo de los lopezobradoristas: “¡Es un honor estar con Obrador!”.

La Sesión Constitutiva de la 64 Legislatura de la Cámara de Diputados, en funciones a partir del 1 de septiembre, inició poco antes del mediodía, con un informe del Secretario General de San Lázaro, Mauricio Farah, sobre el proceso de renovación en el Palacio Legislativo.

Posteriormente se informó de la integración de la Mesa de Decanos, que se constituye por diputados electos que han desempeñado con mayor antigüedad la responsabilidad de legislador federal.

La Mesa de Decanos la presidió Pablo Gómez, de Morena.

Los vicepresidentes fueron Dulce María Sauri (PRI), Antonio Ortega (PRD) y Héctor Yunes Landa (PRI), y los secretarios: María Lucero Saldaña (PRI); Porfirio Muñoz Ledo (Morena) y Óscar González Yáñez (PT).

Se hizo la declaratoria de quórum y, a las 12:09 horas, Pablo Gómez dijo abrió oficialmente la Sesión Constitutiva de la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados.

El presidente de la Mesa de Decanos rindió protesta, e inmediatamente después tomó la protesta de todos los diputados electos.

El apoyo hacia López Obrador incluso vendrá de otras bancadas tradicionalmente opuestas, como el Partido Verde. El diputado electo del PVEM, Jorge Emilio González, afirmó que su bancada va a “colaborar” con el próximo gobierno de AMLO.

“Vamos a ser un partido independiente, responsable a colaborar con el próximo gobierno, con el gobierno del licenciado (Andrés Manuel) López Obrador, queremos que le vaya bien y le vamos a ayudar”.

La bancada de Morena para la 54 Legislatura quedó integrada por 247 diputados, seguida por PAN con 80, PRI con 47, PES con 31, PT con 29, MC con 28, PRD con 20, PVEM con 16 y dos sin partido.

“¡Es un honor estar con Obrador!”. Así empiezan las leyendas y terminan como Hugo Chávez o Nicolás Maduro en Venezuela o, bien, Daniel Ortega en Nicaragua.

La adoración al “mesías” con el evidencia de una ignorancia por parte de los morenistas hacia su líder aclamado es el mayor peligro. Se creen infalibles y pronto comenzarán a tomar decisiones totalitarias.