En México no sólo se fugan los criminales… También los cerebros

 

En el año 2013 Flor Fonseca, estudiante de ingeniería biomédica, salió de México hacia Alemania y no piensa volver. Al terminar la carrera piensa hacer una maestría en el país europeo y luego buscar ahí mismo oportunidades laborales.

El caso de Flor es uno entre un millón de situaciones similares. La fuga de cerebros, es decir, la migración de científicos, especialistas y técnicos es un problema en México.

Según el estudio Fuga de cerebros, realizado para la cámara de diputados por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), en el 2011 alrededor de un millón de mexicanos con alto nivel educativo habían salido del país.

De hecho, México es el sexto país a nivel mundial que presenta más fuga de cerebros. El destino más popular para los migrantes es Estados Unidos, aunque también son populares países como Alemania, Canadá, Francia, Australia y Rusia.

¿Por qué los científicos e investigadores deciden no quedarse en México? Por un lado, hay poca inversión en las áreas de ciencia, tecnología e innovación. En el año 2012 los fondos destinados a este sector fueron sólo la mitad del mínimo recomendado. Otro problema es que en nuestro país hay poca oferta de trabajo para personas con estudios de alto nivel.

Además, la migración de profesores y científicos va acompañada de la migración de alumnos, que hacen sus estudios en el extranjero y posteriormente se integran a un equipo de investigación ahí mismo.

El caso de Flor es representativo. Ella partió de México debido a que su área de interés estaba muy poco desarrollada en el país. “Busqué opciones de universidades para estudiar ingeniería biomédica en México. Pero me di cuenta que las ofertas que había eran sólo para administración y rehabilitación, no innovación. Por eso decidí ir a buscar una oportunidad en Alemania”.

Por si fuera poco, Flor menciona que el país extranjero le proporcionó facilidades que nunca hubiera tenido en México. “La reforma educativa alemana ofrece educación pública a los extranjeros sin costo alguno. Esto hizo que estudiar allá fuera más económico que pagar una universidad privada mexicana.”

A pesar de que el problema de la fuga de cerebros es grave, los programas para retener a repatriar a los mejores cerebros mexicanos han funcionado poco. En el año 2015, por ejemplo, se logró repatriar y retener a tan sólo 305 investigadores que estaban fuera o pensaban en irse al extranjero. Aún así, aunque muchos mexicanos dejen el país, también hay quienes vienen a México en busca de oportunidades.

Según datos del Foro Económico Mundial, México ofrece mejores oportunidades en ciencia e investigación que el promedio de los países latinoamericanos y el Caribe. Lucía García, comunicóloga proveniente de República Dominicana, aseguró “Vine a México porque en mi país no existía lo que yo quería estudiar. Había cosas parecidas, pero no lo que yo buscaba.” Luego agregó “También, en México he visto que existen más oportunidades laborales”, recordando que su país es 40 veces más pequeño que México.