Javier Jiménez Espriú, secretario de Comunicaciones y Transportes, presentó el pasado viernes el informe final sobre la causa del accidente aéreo en el cual murieron la entonces gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle.
Detalló que el desplome del helicóptero donde viajaban los políticos poblanos, junto con tres personas más, se debió a una falla mecánica provocada por falta de mantenimiento y omisiones de seguridad para operar, pues se tenía conocimiento de posibles averías desde 11 días antes del accidente.
En el reporte señaló que se detectó por una tomografía computarizada que el otro actuador tenía dos tornillos sueltos que pudieron ocasionar el desplazamiento no comandado del aparato.
Además, detectaron que en los actuadores lineales de alabeo, una especie de asistente de vuelo, que se extendieron de manera simultánea sin ser comandados, lo que provocó el giro que originó el desplome de la aeronave.
A raíz de esto, la empresa Servicios Aéreos del Altiplano, SA de CV reconoce que sabían de dichas fallas y que a pesar de ello mantuvo en servicio la aeronave Agusta A109S.
De acuerdo con un dictamen, los pilotos reportaron el mal funcionamiento de uno de los actuadores, el cual fue reparado, pero volvió a fallar el 13 de diciembre, 11 días antes del accidente.
Debido a ello, la SCT inició las auditorías técnicas y administrativas a la empresa operadora y al taller de mantenimiento Rotor Flight Services, suspendiendo temporalmente sus operaciones y se remitió el informe a la Fiscalía General de la República (FGR) para incorporar las conclusiones a la carpeta iniciada, con copia a su homóloga en Puebla.
Con información de Milenio
