La elección del Congreso Nacional de Morena exhibió grandes problemas internos.
Aparte del tremendo cochinero en el que se convirtió el primer día de la elección de los delegados del Congreso de Morena, detrás de la malas prácticas que fueron desde la violencia y quema de urnas hasta la entrega de despensas, se alcanzaron a ver profundas grietas en ese partido.
Una muestra de ello fue que el senador Ricardo Monreal, quien de plano renegó del proceso y decidió no participar.
Además, los cercanos a la exsecretaria de la Función Pública Irma Eréndira Sandoval y su marido, John Ackerman, organizaron brigadas de “cazamapaches” para balconear a sus adversarios.
Gobernadores presumen proceso interno
Todo lo contrario ocurrió con las y los gobernadores morenistas, como la campechana Layda Sansores, y la dirigencia nacional encabezada por Mario Delgado presumieron que su proceso interno fue democrático, limpio, abierto, plural y ordenado.
Pese a que Delgado Carrillo insistió en lanzar mensajes de unidad, lo que se ve venir es que la discordia sembrada ayer entre las facciones morenistas va que vuela para fracturar el movimiento que ganó la elección presidencial de 2018.
Tal y como viene ocurriendo desde 2019, la elección del Congreso Nacional de Morena exhibió grandes problemas internos.
Por solidaridad con las personas que fueron excluidas, o con las incluidas, pero sin posibilidad de ser votadas, no participaré en la elección de consejerías en MORENA.
La congruencia debe siempre acompañarnos, ese fue uno de nuestros principios, y lo he defendido sin pausa. pic.twitter.com/m7UXfNTzNc— Ricardo Monreal A. (@RicardoMonrealA) July 30, 2022
Con información de Reforma
JZ