Hasta el 24 de mayo Brasil contabilizaba 380 mil casos de coronavirus, lo que la sitúan como la segunda nación con el mayor número de contagios en el mundo, según el conteo que realiza la universidad Johns Hopkins.
En ese sentido, el diario británico Financial Times publicó un artículo titulado “Jair Bolsonaro’s populism is leading Brazil to disaster”, 25/05/20, donde su autor Gideon Rachman comparó al mandatario sudamericano con su homólogo estadounidense Donald Trump, subrayando que ambos “son muy similares”, pero “(Jair) Bolsonaro es mucho más estúpido”.
“En una visita a Brasil el año pasado, tuve una conversación con una importancia financiera sobre los paralelos entre Donald Trump y Jair Bolsonaro”, comentó el periodista.
Rachman también señaló que quedó sorprendido por la manera en que compararon a Bolsonaro con Trump, algo que resultó ser razonable, pues el magnate no presume un gran intelecto, pero, al menos, ha destacado en los negocios.
“La pandemia de coronavirus me ha grabado esa observación. El presidente de Brasil ha adoptado un enfoque sorprendentemente similar al de Trump, pero aún más irresponsable y peligroso. Ambos líderes se han obsesionado con las propiedades supuestamente curativas del medicamento antipalúdico hidroxicloroquina. Pero mientras Trump simplemente toma lo mismo, Bolsonaro ha obligado al Ministerio de Salud de Brasil a emitir nuevas pautas, recomendando el medicamento para pacientes con coronavirus. El presidente de los Estados Unidos se ha peleado con sus asesores científicos. Pero Bolsonaro despidió a un ministro de salud y provocó su renuncia para renunciar. Trump ha expresado simpatía por los manifestantes contra el bloqueo; Bolsonaro se ha dirigido a sus manifestaciones”, agregó.
Para el rotativo europeo Bolsonaro actualmente se encuentra en problemas políticos, pues “Sus registros de popularidad han caído y ahora están por debajo del 30 por ciento; alrededor del 50 por ciento de la población desaprueba su manejo de la crisis. El apoyo que una vez tuvo los conservadores tradicionales, que estaban desesperados por la parte posterior del partido de los trabajadores de la izquierda, ahora se está desmoronando”.
Por otro lado, Rachman detalló cómo la renuncia del ministro de Justicia, Sergio Moro, fue un duro golpe para la administración de Bolsonaro.
“Las acusaciones de Moro sobre los esfuerzos del presidente para interferir en las investigaciones policiales fueron lo suficientemente explosivas como para provocar que la Corte Suprema abra una investigación que podría conducir a su juicio político”.
Aunque uno de los mayores problemas que detectó el comunicador, es que el populista brasileño solo está alimentando la polarización en Brasil —algo similar a lo que ocurre en México—.
“En la moda populista clásica, prospera en la política de la división. Brasil ya es un país profundamente polarizado, donde abundan las teorías de conspiración. Las muertes y el desempleo causados por Covid-19 se ven exacerbados por el liderazgo de Bolsonaro. Pero, perversamente, un desastre económico y de salud podría crear un ambiente aún más hospitalario para la política del miedo y la sinrazón”, concluyó.
Con información de Ámbito.com
