Pese a que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no lo quiere ver, el narco en México ya es “narcoterrorismo”. Una clasificación que podría tener consecuencias importantes para el país.
Para entender mejor el término “narcoterrorismo” es necesario saber el significado de las siguientes palabras:
Narcotráfico: Comercio ilegal de drogas tóxicas a gran escala.
Cártel: Organización ilícita vinculada al tráfico de drogas o de armas.
Terrorista: Organización o persona que usa violencia e intimidación, especialmente contra civiles, en la búsqueda de objetivos políticos, religiosos o económicos.
Fue en la década de los 80, con la integración del Cártel de Guadalajara que se sentaron las bases para para que los grupos criminales dedicados al narcotráfico se organizaran de manera jerárquica y se convirtieran en “empresas” criminales.
Contradictoriamente, López Obrador estableció una estrategia de seguridad de: “Abrazos, no balazos”, la cual no redujo la violencia e incrementó la impunidad de los cárteles, sino por el contrario, los cuales aumentaron la importación de China del opioide sintético llamado fentanilo, una sustancia controlada que en la Medicina se usa como anestésico y analgésico para pacientes con cáncer y que es 50 veces más adictivo que la heroína y 100 más que la morfina, por lo que es drásticamente mortal.
Más de 15 años de terror
Desde hace más de 15 años, los cárteles del crimen organizado mexicano han demostrado poseer la capacidad bélica suficiente para enfrentarse al Estado e inhibir o impedir que se afecten sus actividades.
Con el cambio de estrategia en 2018, la delincuencia organizada paulatinamente han comenzado a incurrir de manera más regular en actos de terrorismo contra civiles a fin de obligar a las autoridades a liberar líderes capturados, suspender decomisos o , sencillamente, mantener a las autoridades al margen de las disputas territoriales con otros grupos criminales.
El primer registro de un acto terrorista en México, es decir, un ataque violento contra la población civil por parte del crimen organizado, ocurrió el 16 de septiembre de 2008 durante la fiesta de Independencia en Morelia Michoacán, donde fueron arrojadas granadas contra la multitud. Murieron 8 personas.
Años después, en julio de 2010, hubo un ataque con coche bomba en Ciudad Juárez que dejó 3 muertos y cuatro lesionados. Pero el caso más mortífero de terrorismo en México ocurriría en agosto de 2011, cuando un grupo armado de al menos 15 personas incendió el Casino Royale de Monterrey, dejando un saldo de 52 personas muertas. Eran los tiempos de la “Guerra contra el Narco “de Felipe Calderón.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, también hubo terror. En mayo del 2015, el CJNG derribó un helicóptero de la fuerza aérea con un lanzacohetes acabando con la vida de 8 militares y un policía. Los narcos utilizaron técnicas similares a las usadas por terroristas de oriente medio.
Narcoterrorismo con AMLO
En cambio, hoy día, a pesar de que el gobierno de AMLO ordenó ya no combatir al crimen (según él para evitar masacres), los cárteles han incurrido en ilícitos que el artículo 139 del Código Penal Federal define como delitos terroristas porque se utilizan “… explosivos, armas de fuego”, o son provocados por “incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, para intencionalmente realizar actos en contra de bienes o servicios, ya sea públicos o privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional, o la vida de las personas, que produzcan alarma, temor o terror en la población…, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un particular, u obligar a éste para que tome una determinación”.
Delitos terroristas en la 4T
Entre esos delitos terroristas que se han suscitado durante el gobierno de AMLO destacamos:
-. En octubre de 2019, en Culiacán Sinaloa se detuvo a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo Guzmán. En el llamado ‘Culiacanazo”, los carteles incendiaron la ciudad. El saldo: 8 muertos, incluyendo un civil y dieciséis heridos. 8 soldados secuestrados y liberados, 68 vehículos militares con impactos de bala, hubo agresiones contra el Cuartel Militar en Culiacán y la sede del C4 del estado, se propició la fuga de 51 reos del penal de Aguaruto y bloqueos y quema de vehículos en toda la ciudad.
-. En junio de 2021, en Reynosa Tamaulipas se registró un ataque indiscriminado donde fueron asesinadas 15 personas al azar y a sangre fría que caminaban en la calle sin meterse con nadie. Entre los que había, estudiantes, familias, taxistas y albañiles.
-. En febrero de 2022, 17 personas que se encontraban en un velorio fueron sacados del mismo y ejecutados en plena calle por un comando armado que luego se llevó los cuerpos y limpió la escena (los cuerpos aún no han sido encontrados).
-. En Julio de 2022, durante el operativo de captura de Caro Quintero, fue derribado un Helicóptero de la marina ocasionando la muerte de 14 elementos de las fuerzas especiales. El gobierno sin embargo, consideró que fue un accidente y que se habían quedado sin gasolina.
-. Agosto de 2022: el intento de captura de un líder del CJNG ocasionó bloqueos y quema de vehículos y comercios; en Jalisco y Guanajuato, en Chihuahua y Baja California.
Días más tarde, el arresto de Ernesto Piñón, líder de Los Mexicles, también provocó bloqueos, incendio de vehículos y comercios y el asesinato de civiles al azar, hubo 11 muertos civiles.
-. Enero 2023: la recaptura de Ovidio Guzmán desató la violencia en calles de Culiacán Sinaloa ocasionando 29 muertos y el intento de derribo de una aeronave del ejército en el aeropuerto con armas de grueso calibre.
Autoridades ignoran el problema
Las autoridades federales no solo han decidido ignorar o negar esta situación. Sino que también optaron por acciones contrarias a las exigencias de la sociedad, las fuerzas armadas y hasta el gobierno de los Estados Unidos. Entre ellas destacan:
-. Cerró las oficinas de la DEA en México.
-. Ha evitado o demorado la extradición de los narcotraficantes Caro Quintero y Ovidio Guzmán a Estados Unidos
-. Ha reducido drásticamente los decomisos de opioides sintéticos y heroína. En consecuencia, son menos 71 mil muertos por sobredosis de fentanilo en 2021 en la Unión Americana.
Cárteles deben ser declarados terroristas
Lo anterior ha propiciado que 21 fiscales de 21 entidades de Estados Unidos hayan solicitado recientemente al presidente Joe Biden, que los cárteles criminales mexicanos se clasifiquen como organizaciones terroristas. Entre sus consideraciones mencionan que:
-. “Han desarrollado (los cárteles) fuerzas armadas bien organizadas para proteger su reprobable comercio de sus rivales y del gobierno mexicano. Mismo que ha probado que es incapaz de controlarlos, y lo que los convierte en una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos”
-. Existen pruebas de que se han asociado y financian organizaciones terroristas extranjeras como Hezbollah y la Guardia Islámica Revolucionaria del gobierno iraní.
En caso de que prospere esta solicitud, las agencias encargadas de aplicar las leyes estatales y federales de ese país tendrán las facultades para llevar a cabo varias medidas que usan para combatir a grupos terroristas, como son:
-. Congelar los recursos económicos e incautar las propiedades que se sospeche sean propiedad de los cárteles
-. Prohibir la entrada de sus miembros a su país
-. Imponer castigos y penas más severas a todos aquellos que cooperen y apoyen a estas organizaciones sin importar si son parte de la cúpula del gobierno
Se confirmaría fracaso en estrategia de seguridad
Asimismo, se confirmaría en el extranjero de que la estrategia del gobierno para reducir y combatir al crimen organizado es un fracaso. Además, sería el pretexto perfecto para llevar a cabo varias de las amenazas que se han hecho anteriormente. Y que tendrían repercusiones severas en el país como son:
-. Detener el flujo de remesas hacia México, lo que ocasionaría una catástrofe económica. Ya que actualmente, el país depende de esos recursos debido a la caída de la inversión productiva formal, cierre de empresas, etcétera.
-. Realizar incursiones militares que crucen la frontera y enviar grupos de asesores y equipos de inteligencia. Con lo que se vulneraría la soberanía de México con el pretexto de que se ellos sí están combatiendo a los cárteles. Y sí están deteniendo el tráfico de drogas porque son una amenaza latente para su seguridad nacional.
Consecuencias para México
Mientras tanto, en México, declarar a los cárteles como grupos terroristas puede tener consecuencias graves. Como lo es el incremento en la polarización y división social entre quienes apoyen la intervención estadounidense y quienes la rechacen por un nacionalismo exagerado. Así como que se deteriore aún más la confianza de los inversionistas en el país y se suspenda la llegada de inversión productiva nueva y/o. Peor aún, que se retirara la que ya existe, lo que agravaría el problema del desempleo y la economía informal en todo el país
El gobierno de AMLO sabe que es lo que se debe hacer para tratar de evitar esa clasificación. Esto es, acabar con la complicidad con estos grupos, cancelar la “estrategia” de seguridad actual. Así como destruir plantíos de amapola y marihuana y laboratorios clandestinos; así como congelar sus recursos económicos. También realizar decomisos de drogas y capturar a los líderes y subalternos de los cárteles; la cúpula del gobierno sabe bien donde se encuentran.
Dado que el gobierno de López Obrador ha fracasado con su estrategia de seguridad, es momento de afirmar que el narco en México ya es “narcoterrorismo”.
Con información de Acción Civil Mexicana
JZ
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