Muchos de quienes fueron jóvenes en los años sesentas, setentas y ochentas simpatizaron –incluso a un grado de fanatismo— con la Revolución Cubana y endiosaron a sus principales líderes, Fidel Castro y Ernesto ‘El Che’ Guevara, por su hazaña de terminar con la dictadura militar que encabezaba Fulgencio Batista.
Durante esas décadas habitaba aún en la mente de millones de personas en el mundo la utopía del socialismo, del fin de la lucha de clases, de la erradicación de los burgueses y la dictadura del proletariado.
Tras el triunfo de la guerrilla comandada por Castro, el nuevo régimen tomó ese camino. Pero en lugar de crear un paraíso comunista convirtió a la isla en un gueto, en donde sus habitantes viven aislados del resto del mundo, sometidos a un régimen dictatorial y sin la posibilidad de abandonar el país.
La dictadura comunista instaurada por Fidel Castro poco después de la Revolución ya cumplió 62 años sin que la población en general tenga aún acceso a un nivel de vida que les permita cubrir sus necesidades más básicas y con escasa comunicación con el exterior.
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y el desplome mediante efecto dominó de todos los regímenes comunistas de los países del Este, se cayó la utopía del comunismo. Pero el régimen cubano de los Castro sobrevivió y es actualmente uno de los muy contados países del mundo que se rigen por la “dictadura del proletariado”.
El régimen cubano lleva 61 años victimizándose ante el mundo por el bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos. Pero durante esas seis décadas el gobierno de Cuba no ha sido capaz de romper ese bloqueo mediante la diversificación de su trato comercial con otras naciones o con otras medidas.
En el fondo, al régimen cubano le conviene que se mantenga el bloqueo de Estados Unidos, porque representa la justificación ideal ante las críticas por las pésimas condiciones de vida que sufre el pueblo. La culpa de todo, la tiene el famoso bloqueo.
Si la comunidad internacional fija su vista en el bloqueo estadounidense quizá no se dé cuenta del bloqueo interno que el régimen cubano ha aplicado en contra de sus gobernados desde hace 62 años, para evitar que tengan contacto con el resto del mundo y sean objeto de “tentaciones burguesas”.
Durante las primeras cinco décadas posteriores a la Revolución, el bloqueo interno se hacía mediante las señales de radio y televisión. Los cubanos no tenían acceso a canales extranjeros, y menos a los del “imperialismo”. Solo podían ver la televisión cubana, cien por ciento gubernamental, y en una época la de la URSS.
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De una década a la fecha el bloqueo incluyó el internet. El acceso de los cubanos a la red es muy costoso y limitado, además de que las comunicaciones por esta vía están severamente controladas por la Seguridad del Estado.
Este control de internet se recrudeció en días pasados a raíz de las protestas sociales que surgieron en varias regiones de la isla, por lo que ahora se sabe muy poco de lo que está ocurriendo ahí.
El régimen surgido de la Revolución Cubana no terminó con las clases sociales ni con la pobreza en la isla. Las protestas de los últimos días surgieron precisamente en los poblados más pobres, alejados de las grandes ciudades, en donde la población ya no aguantó más.
Muchos de quienes fueron jóvenes de los sesentas a los ochentas ahora son viejos o están en edad madura. Algunos aún defienden a ultranza al régimen dictatorial de Cuba. Su mente se quedó en el pasado. Son jóvenes de antes que aún idolatran a Castro pero que, acostumbrados a una vida de libertades, no podrían vivir un solo día en el Gueto de Cuba.
OFF THE RECORD
**EL OTRO DESVERGONZADO
En la entrega de ayer criticamos el hecho de que Claudia Sheinbaum arrancó su campaña a pesar de que aún no se deslinda su responsabilidad en la tragedia de la Línea 12 del Metro.
Pues resulta que el canciller Marcelo Ebrard ya también se destapó abiertamente. Y, al igual que Claudia, aún está pendiente que se deslinde su responsabilidad en la tragedia.
Son las dos cartas fuertes de Morena para el 2024. Ambos, igual de desvergonzados.
**LARGAS AL DESAFUERO
La Comisión Permanente del Congreso pospuso nuevamente la realización de un periodo extraordinario para discutir el desafuero de los diputados de la “4-T”, Saúl Huerta y Mauricio Toledo.
Alguien no quiere que ambos o que alguno de los dos quede a disposición de la Fiscalía capitalina.
Entre más tiempo pasa, más chance tienen ellos de escabullirse.
Correo: [email protected]
Twitter: @pepecontreras_m
