El día que el Senado frenó al Ejecutivo

Especial

Frustrados salieron ayer del Senado Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la nación; Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de Presidencia, y Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación.

Iban a la presentación de una “compleja y profunda” reforma constitucional al sistema de justicia penal, que arrancaría de cero todo lo que no se ha podido resolver en materia de seguridad, corrupción e impunidad.

Pero se filtraron los borradores y la reunión con los coordinadores parlamentarios se complicó.

La presentación del conjunto de reformas tuvo que postergarse para el primero de febrero, ante las fundadas dudas de los legisladores, de cara a lo que se propone en esos borradores que fueron filtrados la víspera del encuentro de los funcionarios con los coordinadores parlamentarios.

Y es que se plantean reformas a 14 artículos de la Constitución, dos nuevos ordenamientos jurídicos nacionales, y reformas a cuando menos seis leyes, entre ellas la Ley de Amparo, el Código Nacional de Procedimientos Penales y la Ley de Ejecución Penal,

Algunos senadores dejaron claro que, como están en los borradores,  las reformas no pasan. No las aceptaron ni algunos en Morena. Las consideran un retroceso.

Reprueban también que se pretendan hacer reformas al Poder Judicial “sin el Poder Judicial”.

 

* Entre las preocupaciones manifestadas está el hecho de que quieren revivir el arraigo por 40 días a personas que no han sido formalmente acusadas de nada. Hacer válidas las pruebas obtenidas en intervenciones telefónicas sin autorización de un juez.

“No podemos, so pretexto de justicia, cometer injusticias. Vamos a necesitar una defensa férrea de los ciudadanos. El tema central a cuidar se llama control judicial”, dijo el senador del PAN, Damián Zepeda.

También le parece alarmante que se piense en una reforma constitucional que permitiera llevar a cabo un Código Penal Único a nivel nacional. Aquí le preocupa el federalismo porque, alega, cada estado tiene su propia autonomía.

Le inquieta de sobremanera la realidad actual. El mayoriteo de Morena para reformar muchas leyes sin escuchar otros puntos de vista. “Imagínate que una mayoría simple que defina todas conductas y las sanciones en todo el país”.

Ricardo Monreal la vio venir. Tuvo el tino de promover la postergación de la presentación de las iniciativas. No sólo eso. Anunció que irán a “parlamento abierto” y no se aprobarán sin el acuerdo del Poder Judicial.

Además del resurgimiento de la figura del arraigo, se sugiere que  jueces y magistrados que sancionarán a sus compañeros sean propuestos por el Presidente de la República.

Que se permiten intervenciones telefónicas en delitos electorales y que se relajan requisitos para la prisión preventiva.

Las pruebas consideradas ilícitas, por el medio cómo fueron obtenidas, podrán ser tomadas en consideración y valoradas por el juzgador de una causa “cuando exista, respecto de éstas, una atenuación de su vínculo licitud”, dice uno de los borradores.

* El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación bateó el oficio de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, que preside Héctor Díaz Polanco, para excluir de la bancada de ese partido en la Cámara alta a la senadora Lilly Téllez.

La Sala Superior del Tribunal hizo notar que es un asunto que sólo le compete al grupo parlamentario y no al partido.

La permanencia de Lilly en el grupo prevalece por el momento. Pero la senadora tiene al interior del grupo un ambiente hostil. Los radicales no la quieren porque, dicen, no defiende los valores de Morena en temas como el aborto, ni es protagonista del “cambio verdadero”.

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— ¿Seguirás en la bancada de Morena— le preguntamos a Téllez.

— Después evaluaré eso. Lo importante es que le quede claro a Díaz Polanco que no me va a intimidar.

El TEPJF dio “doble play”, para utilizar los términos que le gustan a López Obrador.

En la misma sesión, dejó sin efecto la amonestación que le hizo a Ricardo Monreal por una supuesta intervención indebida en el procedimiento de renovación de la presidencial de la Mesa Directiva.

Esa supuesta intervención neutralizó las ambiciones reeleccionistas de Batres. La amonestación a su coordinador la festejó Martí como si hubiese ganado la serie mundial de beisbol.