Caso Cienfuegos, los límites de la cooperación

Especial

El mismo día que el ex secretario de Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, se declaró inocente de los cargos de narcotráfico que lo tienen en una cárcel de Nueva York; el Senado envió un oficio al embajador de Estados, Christopher Landeau, para indagar sobre el tema.

En el oficio, firmado por los coordinadores de las siete bancadas con representación en la Cámara alta, se pregunta al diplomático –entre otras cosas- las razones por las cuales no se informó a las autoridades mexicanas de la detención.

La respuesta parece vinculada a la legendaria desconfianza que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) tiene en las autoridades mexicanas. No quieren filtraciones.

El caso ilustra los límites de la cooperación en temas candentes.

Los legisladores sustentan la pregunta en la importancia que tiene este tipo de investigación, de acuerdo con el marco jurídico vigente para el intercambio de información y colaboración en investigaciones entre Estados Unidos y México.

Le dicen también a Landeau que la detención del general ex secreteario, ocurrida en Los Ángeles el pasado 15 de octubre, es un hecho que tiene repercusiones en la seguridad nacional del país.

Todo México -del presidente para abajo– se enteró del arresto del ex titular de la Defensa Nacional después de ocurrido. Al día siguiente supimos que la orden de aprehensión había sido librada desde agosto del 2019.

El embajador Landeau, quien tenía conocimiento del caso desde que llegó a México, llamó a Marcelo Ebrard la noche del pasado 15 de octubre para enterarlo de lo ocurrido.

El canciller habló primero con el presidente, y luego puso un tuit para dar cuenta del arresto de Cienfuegos.

Los senadores piden aclaraciones sobre los “datos de prueba” que sustentan la acusación; preguntan si en el curso de la investigación hubo agentes de aquel país que hayan recabado información directamente en México; y cuál es la calidad de los testigos que deponen en contra del acusado.

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Se puso brava la senadora del PRI, Claudia Ruiz Massieu. Su intervención para hablar en contra de las reformas al artículo 77 bis de la Ley General de Salud, se transformó en un verdadero “yo acuso” a los cuatroteístas.

Les reprocha haberse apropiado de 33 mil millones de pesos del Fondo de Bienestar para la Salud, sin dejar claramente establecido el destino para que esos recursos atiendan verdaderamente los problemas de salud.

“¿Cómo vamos a creerlo si en dos años se han cansado de demostrar que su prioridad son los programas y obras faraónicas que no sirven para nada? De una vez les digo, ni se va a concluir, ni va a servir, ni va a ser sustentable.

“Como Dos Bocas; como un aeropuerto, también se los digo de una vez, tampoco va a resolver el problema, porque no tiene las condiciones técnicas para ser el Aeropuerto Internacional que México requiere.”

“Basta ya de engañar a los mexicanos, de robarse su dinero para enterrarlo en estas obras que lo único que quieren es seguir reforzando una visión retrógrada de la realidad.

El Fondo de Bienestar para la Salud está destinado para la atención y el tratamiento de enfermedades graves: cáncer, VIH-SIDA, Hepatitis tipo C, trasplantes.

Martí Batres le contestó con la cantaleta del pasado:

“Robo es mantener los 100 mil millones del Fondo para seguir beneficiándose de los réditos; robo es comprar medicamentos a un sobreprecio del 600 por ciento a carteles de medicina; robo es cobrar cuotas a los pacientes…”

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Nos llegó una invitación a una rueda de prensa, en Tabasco, a celebrarse mañana, de la coordinación nacional y las estatales de Maestros por México.

Los maestros van a deslindarse de Elba Esther Gordillo, según una fuente autorizada.

Maestros por México se había unido formalmente a las Redes Sociales Progresistas, que encabeza el yerno de la maestra, José Fernando González.

“Una vez que José Fernando tomo control de las RSP expulsó a todos los líderes magisteriales del partido. Están profundamente lastimados, porque muchos de ellos construyeron las asambleas”, explica la fuente.

Elba Esther los había retenido con la promesa de que iba a ser la Secretaria General del SNTE; cosa que hoy es totalmente inviable.

FIN.