La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se tomó tan en serio su condición de corcholata presidencial en que la puso el presidente Andrés Manuel López Obrador, que ya empezó a juntar su cochinito para la campaña del 2024.
El Congreso capitalino aprobó el pasado lunes en comisiones una reforma a la Ley de Participación Ciudadana que permitirá a los alcaldes ejercer de manera discrecional el presupuesto participativo cuando alguna contingencia impida realizar la consulta popular que contempla el mismo ordenamiento.
De aprobarse en el pleno la reforma, los alcaldes en funciones pero que ya van de salida podrán ejercer una bolsa de dos mil 816 millones de pesos de manera discrecional, con el pretexto de que la pandemia del Covid impide consultar a la ciudadanía sobre el destino de esos recursos.
Y solo es cosa de forzar un poco la imaginación para saber a donde irá a parar una buena parte de ese dinero que ejercerán los alcaldes salientes, la gran mayoría todavía de Morena.
Adicionalmente, Sheinbaum presentó una iniciativa que, de ser aprobada, permitiría la colocación a granel de anuncios publicitarios en exteriores. Todo un negociazo en puerta. La pregunta es: ¿A quién pretende beneficiar?
En su iniciativa, Sheinbaum propone que se puedan colocar lo que se conoce como “anuncios envolventes” en edificios, algo que actualmente está prohibido.
Propone además que se puedan colocar anuncios de todo tipo en mobiliario urbano como botes de basura, postes de luz, mesas, bancas y otros bienes inmuebles, algo que también está prohibido.
De aprobarse la iniciativa de Sheinbaum, también se podrían instalar anuncios animados o virtuales conocidos como videomapping, muy comunes en otras ciudades pero que en la Ciudad de México no han sido permitidos porque promueven la contaminación visual y lumínica y alteran el paisaje urbano.
La iniciativa de la jefa de Gobierno va en sentido contrario a la lucha que durante años han emprendido activistas y urbanistas en contra de la contaminación visual que provoca el exceso de anuncios en las calles de la capital.
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El documento enviado al Congreso de la Ciudad de México no contempla parámetros de espacios, formatos, ni medidas de anuncios que podrían ser permitidos y deja a la buena fe de las autoridades la regulación correspondiente.
Es claro que Sheinbaum está pensando en el gran negocio que representa el poder tapizar las calles, los edificios y el mobiliario urbano con anuncios publicitarios.
¿Será que busca fortalecer a ciertos empresarios para después pedirles que le devuelvan el favor dentro de tres años, cuando arranque formalmente el proceso electoral para elegir presidente de la República?
Los empresarios beneficiados con las reformas podrían devolver el favor en efectivo o en especie, mediante el uso de los espacios permitidos para promover la imagen de la señora presidenta.
OFF THE RECORD
**CHIVOS EXPIATORIOS
De manera vergonzosa, la “4-T” enfila sus baterías hacia chivos expiatorios para culparlos de la tragedia de la Línea 12 del Metro, que provocó la muerte de 26 personas.
Algunos ingenieros y técnicos serán culpados de no haber supervisado adecuadamente la construcción.
Unos cuantos de ellos irán a la cárcel y todo quedará ahí.
**HIPOCRESÍA DE AMLO
El martes, el presidente López Obrador se “solidarizó” con la periodista Azucena Uresti, tras las amenazas recibidas por ‘El Mencho’.
Y un día después la exhibió en la mañanera como una de las periodistas que difundió notas negativas hacia su gobierno.
Eso también es agresión.
Entonces: ¿Cuál solidaridad?
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