“El Chueco”  iba drogado cuando asesinó a sacerdotes jesuitas de Chihuahua

El padre Javier Ávila señaló que en la entidad constantemente hay “levantados y desaparecidos”

“El Chueco” iba drogado cuando asesinó a sacerdotes jesuitas de Chihuahua
Foto: Reuters

Dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados la noche del lunes en una iglesia de la comunidad de Cerocahui, en Chihuahua, junto a un guía turístico que buscaba refugio en el templo cuando era perseguido por personas armadas.

Este crimen se le atribuye a José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, presunto líder de “Los Salazar”, brazo armado del Cártel de Sinaloa en esa región.

Se señala que este líder criminal asesinó a los clérigos y al sujeto que protegían y se robó los cuerpos.

En ese sentido, un testigo ha señalado que “El Chueco” habría perpetrado este ataque bajo los efectos de las drogas.

De acuerdo con el padre Javier Ávila, quien recibió una llamada de sus compañeros tras registrarse este ataque, uno de los sacerdote recibió a “El Chueco”, quien aprovechó la oportunidad para ingresar al templo y abrir fuego en contra del guía de turistas.

Le dijo: ‘cálmate, espérate’ y también lo mató; (al Chueco) lo conoce porque es líder de la región”, aseguró el párroco.

Asimismo, afirmó que el presunto criminal “según dicen, iba fuera de sí, drogado, alcoholizado…”, por lo cual fue imposible dialogar o razonar con él.

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El religioso resaltó que el ataque fue perpetrado por una sola persona y no por un comando armado, pues “El Chueco” disparó en contra de Pedro Eliodoro, guía de turistas, después de haberlo perseguido, por lo que ingresó herido a la iglesia donde se encontraban los padres Javier Campos Morales, “El Gallo”, y Joaquín César Mora Salazar, “El Morita”.

Al intentar proteger al sujeto, uno de los sacerdotes trató de calmar al líder criminal, pues le reclamaron que la iglesia “no es un espacio para que se hagan esas cosas, que en ningún lugar se deben de hacer”; sin embargo “El Chueco” no hizo caso y los acribilló.

Dentro de su situación alterada de droga y alcohol, seguramente esa fue la decisión que tomó ese sujeto”, manifestó el padre después de narrar que el presunto criminal también mató al otro sacerdote, quien también protegió al hombre herido.

Después de la ejecución de los dos religiosos y el guía de turistas, presuntos cómplices de “El Chueco” subieron los cuerpos de sus víctimas a una camioneta Pick Up, ante lo cual un tercer sacerdote pidió que dejaran los cadáveres de las víctimas para darles santa sepultura.

El padre Javier Ávila señaló que el asesinato de los tres hombres no es un hecho aislado, pues en la entidad constantemente hay “levantados y desaparecidos”, debido a la presencia del criminen organizado en la entidad.

Por más abrazos que se repartan, son más los balazos que están apareciendo”, sentenció.

Con información de Infobae

MSA