El “Carro completo” de AMLO: canta victoria antes de tiempo

Andrés Manuel ya cantó siu triunfo y antes, se protegió con un as bajo la manga que le resultó en "soltar al tigre"

En este espacio de opinión e información se ha mencionado, ya de manera recurrente, el dicho: “del plato a la boca se cae la sopa“, dirigido claramente al dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, y no es para menos.

Resulta que este miércoles, de gira en Los Mochis, Sinaloa, el tabasqueño llamó a votar en bloque por los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia, con el fin de obtener mayoría en el Congreso de la Unión.

Y es que al verse con amplia ventaja en la última encuesta del periódico Reforma, un envalentonado y seguro Andrés Manuel optó por dirigir su discurso al voto en favor de los candidatos a senadores y diputados federales de Morena.

AMLO va por “carro completo“, típica expresión priista que, aunque no quiso reconocer el oriundo de Macuspana, está incrustada en él, como muchas viejas prácticas autoritarias y arcaicas impuestas por el PRI en los setentas.

Es un hecho para los morenistas y coaligados que, no servirá votar sólo por López Obrador si se cruza el voto en las demás boletas, pues eso lógicamente restará fuerza a quienes buscan llegar a las curules y escaños para respaldar su infame Proyecto de Nación.

Sin embargo, continuamos con los dichos. “Del dicho al hecho hay mucho trecho“.

Es de muchos conocido que, el mismo Peje es un arma de doble filo para sí mismo. En sus dos intentos anteriores por llegar a la silla presidencial, la incongruencia le ha dado y restado simpatías. En ambos casos, en la recta final, en la que importa, Andrés Manuel ha perdido la contienda tras declararse ganador por adelantado.

Aún no ocurre el primer debate presidencial y AMLO ya da su triunfo por hecho; aún faltan 72 días de campaña electoral, tres discusiones cara a cara con los demás contendientes y muy probablemente veamos al verdadero López Obrador intolerante y con incontinencia verbal que conocemos.

No le vaya a suceder al de Macuspana como en la carrera presidencial de 2006. Durante meses, como ahora, encabezó la mayoría de las encuestas (38 por ciento ante 28 por ciento del segundo lugar, en promedio). Sin embargo, los resultados oficiales no le favorecieron ante Felipe Calderón. AMLO perdió puntos en los últimos dos meses (31 por ciento ante 26 por ciento de FCH); al final, el panista aventajó con una mínima diferencia de 0.56 por ciento de los votos en los comicios.

En 2012, Enrique Peña Nieto llegó a tener más de 25 puntos porcentuales sobre el tabasqueño y la elección dio una ventaja al PRI de siete puntos únicamente.

En esta ocasión, el dueño de Morena y seguidores ya exigen las llaves de la Presidencia al colocar a López Obrador con 22 puntos porcentuales de ventaja ante Ricardo Anaya, que tiene 26 puntos y José Antonio Meade, que cuenta con 18 por ciento.

Andrés Manuel ya cantó siu triunfo y antes, se protegió con un as bajo la manga que le resultó en “soltar al tigre”. AMLO no ha cambiado, sólo se rodeó de excelentes asesores que hasta ahora lo han sabido “controlar” y, bien sabe el tabasqueño, que en estos próximos meses las preferencias electorales pueden cambiar notoriamente.