EL AÑO QUE NOS PUSO EN PELIGRO

Columna DE GEOPOLÍTICA: El año que nos puso en peligro
Columna DE GEOPOLÍTICA: El año que nos puso en peligro

El anuncio que llevó a cabo el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus (Nació en Etiopía en 1965, fue ministro de salud de su nación entre 2005 a 2012 y canciller de 2012 a 2016, durante los gobiernos de Meles Zenawi y Hailemariam Desalegn, a su vez, es investigador sobre la malaria, se doctoró en la Universidad de Nottingham en salud comunitaria, además de ser parte de la organización The Global Fund), de dar por concluida la condición de emergencia por la pandemia del COVID-19, es un aliento para el desarrollo de los Estados y naciones, justo en una circunstancia de inestabilidad geopolítica, a razón de la guerra rusa sobre Ucrania, pero también, de la conflictividad impuesta a Taiwán por la amenaza de invasión por parte del Ejército Popular de Liberación, sin dejar de mencionar, la crisis político-laboral en Francia, la tensión política en Israel, la caída de credibilidad de los gobiernos de izquierda en América Latina (Colombia y Chile), la guerra civil en Sudán, etc; escenarios inéditos en pleno siglo XXI.

El anuncio de la pandemia estuvo en medio de la controversia, pues de acuerdo a la información del año en que estuvimos en peligro (2020), el gobierno de Taiwán a finales de diciembre (2019), emitió la alerta de lo que se consideró una neumonía atípica, que estaba obligando a las autoridades de Beijing, a tomar medidas sui generis, en la ciudad de Wuhan, por la probable aparición de un nuevo coronavirus mortal, parecido al SARS.

Tal información que compartió el gobierno taiwanés, fue a razón de la alerta que emitió el doctor, Li Wenliang, quien fue el primero en atender a los casos sospechosos que en su mayoría provenían del mercado de pescados y mariscos Huanan, de la ciudad de Wuhan. El 30 de diciembre de 2019, el doctor Li mandó un mensaje a través de la red social conocida como Weibo, en donde suministró un documento del análisis clínico, detallando el diagnóstico de uno de sus pacientes, advirtiendo la necesidad de tomar las máximas condiciones de protección por lo agresivo del comportamiento del desconocido coronavirus.

Los servicios de control del Estado chino, funcionaron de inmediato y pocos días después de haber dado a conocer el primer informe clínico de lo que se conocería como COVID-19, fue requerido por las autoridades de la Oficina de Seguridad Pública, para que firmara un documento en el que aceptaba que la información era falsa y que su intención era generar perturbación social en contra del régimen, situación que lo llevaría a ser llevado ante la justicia de su nación.

Al parecer, de acuerdo a las autoridades chinas, el médico aceptó los cargos, evitando ser llevado a la cárcel, sin embargo, a finales de enero de 2020, volvió a utilizar la red Weibo, explicando la situación que tuvo que afrontar para estar en libertad.

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El nuevo coronavirus seguía avanzando en la República Popular de China (RPCh) y en el mundo, reportándose casos a finales de enero y de febrero en Europa, justo cuando se dio la noticia de que el oftalmólogo Li, había fallecido, contagiado por el mortal virus, incluso, las propias autoridades del hospital central de Wuhan, desmintieron su fallecimiento, señalando que estaba en condición crítica, pero qué se le daba toda la debida atención, no obstante, la verdad prevaleció y su deceso se anunció el 7 de febrero de 2020.

Ante esta situación de la cerrazón por parte del gobierno de Xi Jinping de no aceptar la realidad que en su nación había surgido un nuevo coronavirus, ante el cual, el mundo no tenía defensa alguna, se sumó la actitud de buscar bloquear las acciones de alerta de Taiwán y de que la comunidad internacional estuviera tomando las debidas medidas, pues de acuerdo a los datos del doctor Li, no había vacuna o medicamento eficaz para el control de esta enfermedad desconocida.

No se debe de soslayar que el mundo estaba en la vorágine del populismo, Donald Trump en EEUU, Recep Tayyip Erdogan en Turquía, como Vladimir Putin en la Federación Rusa, además, de la ola de la izquierda radical, que poco a poco se apoderaba de la voluntad de diversas sociedades en América Latina. Asimismo, parecía que la lucha contra el islam fundamentalista estaba bajo control y que lo imperativo era lograr controlar los movimientos políticos de tipo extremista en el mundo. En ese escenario y con un virus que poco a poco tomaba posiciones en cada continente, la capacidad de negociación del Director General de la OMS, el doctor Tedros Adhanom, quedó en entredicho y el señalamiento provino de parte de la administración del ex presidente Donald Trump, del ocultamiento de la información de lo que acontecía en Wuhan, e incluso, en tales aseveraciones se mencionó que no era a causa de la transmisión de un animal al ser humano, sino más bien, a causa de un experimento fallido, pues en esta ciudad china, están una diversidad de laboratorios farmacéuticos.

Pero de igual manera, la administración Trump amagó con retirar los fondos estadounidenses a la OMS, pues consideraba que el Director General de la OMS, favorecía a Beijing por recibir fondos extraordinarios y encontrarse subordinada esta organización a lo que definiera Xi Jinping. Ante la crisis epidemiológica que se presentaba, se cernía una geopolítica, por tal causa, el doctor Tedros Adhanom, se reunió a finales de enero de 2020 con el ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi y el propio presidente Xi Jinping, para darle una salida diplomática, no obstante, el coronavirus seguía su avance y en una muy controvertida decisión del comité de emergencia de la OMS, se tomo la providencia de NO hacer la declaración de emergencia de salud pública internacional y solo señalar que en la RPCh había surgido un brote de COVID-19.

No obstante de las pruebas que iban surgiendo en diversas partes del mundo como en Australia, Italia, EEUU, Canadá, Francia y el Reino Unido, el doctor Tedros Adhanom sostuvo su postura durante todo el mes de febrero; para algunos fue una presión de la RPCh, para mantener los flujos comerciales y económicos activos, y en efecto, la economía de esta nación se contrajo un 6.8% entre enero y marzo de 2020, el consumo cayó un 19%, las exportaciones más de 13% y de haber crecido un 6.1% en el año de 2019, para 2020, solo creció 1.2%.

Fue hasta el 11 de marzo de 202, casi tres meses después de la alerta que se trasmitió vía Taiwán, que la OMS aceptó hacer la declaratoria de pandemia del COVID-19. Con datos a finales de 2022, se considera que el coronavirus infectó a cerca de 800 millones de personas en el mundo, muriendo cerca de 15 millones de personas, a partir de los números otorgados por los gobiernos nacionales, que de acuerdo a los especialistas debía de ser superado por 3 veces, de ahí el dato ya referido. La acción del doctor Tedros Adhanom, quedara para la controversia y el análisis, mientras tanto, se encuentra en su segundo mandato al frente de la OMS.

El tablero mundial, de 2020 a 2023, reflejo que un actor casi invisible era un estratega, y que como una sombra macabra, avanzaba cuadro a cuadro, lastimando sociedades, gobiernos y desarrollo nacional, pero la ciencia de las potencias globales, puedo asestarle un jaque mate, para comenzar otra partida.

Mientras tanto en Palacio Nacional, finalmente para finales de 2023 estará lista la vacuna Patria, con un excesos de defunciones por causa del COVID-19, pues para finales del mes de febrero de este año se registraron 332,986 decesos y 7 millones 450,992 de contagios, a su vez, entre 2020 a 2022, se contemplaban de 2 millones 027,365 a 2 millones 140,409 de defunciones, pero fueron 2 millones 820,990, un exceso de mortalidad entre 39.15 y 31.80%, con hasta 793,625 muertes adicionales. La falta de prevención, malas políticas de salud y una burocracia cuatrera pusieron a México como una de las peores naciones en la capacidad para enfrentar el nuevo virus; y lo peor en la necedad de etiquetar a la ciencia (neoliberal), se perdió capacidad para actuar con prontitud y eficacia y los resultados son ya conocidos.

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