DESPUÉS DE AHOGADO, TAPAR EL POZO

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Foto: La Otra Opinión

Se ha vuelto una práctica constante y sistemática el tomar decisiones a posteriori, sobre eventos que pudieron prevenirse, si se cumplieran los códigos o protocolos de protección y seguridad. Si hubiese planificación estratégica para atender los asuntos públicos y de gobierno, para evitar daños a la sociedad.

El caso de los migrantes muertos en Cd. Juárez, ha sido uno de los recientes hechos, que ejemplifica los costos en vidas sobre la falta de atención y precisión a la seguridad, que no ha encontrado una solución por parte de la autoridad. Hay muchos señalamientos, quejas, denuncias y solicitudes de justicia por parte de los migrantes, de las familias de los fallecidos, de gobiernos de sus países de origen, de órganos y organizaciones, extranjeras y nacionales, que defienden los derechos humanos y demandan justicia al gobierno mexicano.

La respuesta de las autoridades mexicanas ha sido muy lenta, más de dos semanas, distorsionada al principio, hasta el grado de pretender culpar a los migrantes de una especie de autosuicidio, hasta pretender ocultar información escudándose en que, ahora si, hay una investigación en proceso.

Esas cuestiones generan sospechas en la opinión pública, de la existencia de algo que la autoridad no desea se sepa, así, la opacidad atenta contra la Ética pública, afecta la rendición de cuentas y la transparencia.

No hay manera de reparar el daño, los muertos y los heridos lastimados, incluso de presuntos responsables, de los traslados a su país de origen, el costo es lamentable y trágico.

Las políticas de prevención en materia de seguridad y migración, así como las de política exterior o interior, han sido socavadas por un evento de impacto mundial.
Echarse mutuamente la culpa entre los responsables Secretariales, no solo muestra la quiebra del gabinete de seguridad, sino la forma en que el interés por la sucesión presidencial los ha alcanzado.

Los países expulsores, los de tránsito y los de destino, junto con sus gobiernos y los organizadores de la Migración, en alguna de sus aristas, tienen una responsabilidad sobre los muertos de Cd. Juárez, el daño de la tragedia mancha de sangre al gobierno mexicano, pero también muestra que los esfuerzos por retener a los migrantes en sus países han sido inútiles y, desde luego, la posibilidad de ser atendidos para cumplir el sueño americano, tampoco ha tenido eco en los EU.

Muchas causas se anudan para generar el fenómeno de los migrantes, muchas discusiones y dudas en torno a lo que los motiva, entre la desesperación y la esperanza de vida se decide el destino de familias.

A la violencia y tragedia de los Migrantes se siguen sumando la ominosa intervención de los grupos criminales, desde que ingresan al país hasta la frontera y su paso a EU, también concurren los feminicidios, las masacres, la criminalidad de la narco delincuencia y la omisión cómplice de los responsables de las seguridades Pública y nacional. Son carne de cañón y punta de lanza de delincuentes nacionales y transnacionales. Usarlos y vejarlos es una práctica malsana que no se puede ocultar, desde tareas insalubres, prostitución, mulas para trasladar drogas, trata de personas, venta de órganos y muchas más actividades solapadas por autoridades locales o instancias de seguridad.

La idea de pretender tapar el pozo después de que se ha ahogado el niño, como reza un dicho popular, es llegar tarde, no aplicar los mecanismos de prevención, no otorgar los recursos necesarios para cumplir los protocolos humanitarios y más aún, querer tapar la trágica situación, cuidado, el problema de los migrantes puede crecer más aún y estallar violentamente y volverse un problema mayor en las tareas de gobierno.

Se han vinculado a proceso cinco personas cercanas al hecho de fuego que llevó a la muerte a 39 migrantes en los separos del INM de Ciudad Juárez, se espera que los responsables por venir asciendan en la cadena de mando, la FGR, ha señalado posible delito en el ejercicio público del titular del INM y del responsable de la estación de Cd. Juárez, veremos la reacción al respecto.

La posibilidad de un gobierno humanitario, cuyas políticas públicas atiendan y resuelvan al fenómeno migratorio, muestran la incapacidad para actuar en tiempo y forma ante el problema. Ya vimos que un tuitazo del expresidente Trump, cargado de amenazas arancelarias fue suficiente para cambiar políticas de migración, seguridad y exterior e interior, y la respuesta dada por el gobierno no funcionó.

Ya es tiempo de que los gobiernos del mundo trabajen en serio para cambiar este estado de cosas en el fenómeno migratorio. Si no es por convicción humanitaria, que sea un interés delimitado por otros intereses, las personas y los migrantes son prioridad en los conflictos del mundo.