A propósito de los recientes ataques en París -de los cuales todavía está surgiendo nueva información-, vale la pena recordar lo ocurrido en la misma ciudad el 7 de enero de este año.
En esa ocasión el atentado fue en contra del semanario satírico Charlie Hebdo, y estuvo a cargo de dos hombres que, enmascarados, abrieron fuego en la redacción de la polémica publicación.
Cabe recordar que en el ataque murieron 12 personas, entre ellos dos policías: Franck Brinsolaro, escolta, y Ahmed Merabe; además de los miembros los del semanario: los dibujantes, Cabu, Charb, Tignous, Georges Wolinski y Philippe Honoré; el economista Bernard Maris; el corrector Mustapha Ourad; la columnista Elsa Cayat; Frédéric Boisseau, conserje de Sodexo; y Michel Renaud, fundador del festival Rendez-vous du carnet de Voyage.
Cuatro días después del ataque, el 11 de enero, el presidente de Francia, Francois Hollande, encabezó una manifestación a la que se unieron 40 gobernantes de diversos países y cerca de cinco millones de ciudadanos que se pronunciaron en contra de los acontecimientos.
“Hoy París es la capital del mundo. Todo nuestro país se elevará hacia algo mejor”, señaló el gobernante francés durante el evento masivo.
En aquella marcha participaron además líderes de las comunidades musulmana y judía de Francia.
El ataque se lo adjudicó la filial de Al Qaeda, en Yemen, la cual aseguró que el acto era una venganza en contra del semanario por haber manchado el honor del profeta Mahoma con sus constantes publicaciones satíricas.
La tragedia se alargó 48 horas más, pues al día siguiente de lo ocurrido en Charlie Hebdo, un pistolero mató a un policía en la frontera del país.
Para el viernes se informó que los hermanos que irrumpieron en el semanario estaban atrincherados en una imprenta y además se dijo que otro pistolero había iniciado una crisis de rehenes dentro de un supermercado.
De los últimos acontecimientos resultaron muertos los tres atacantes y también cuatro personas que estaban retenidas en la tienda de autoservicio.
No hay que olvidar que ese era -hasta ahora- el atentado terrorista que había cobrado más víctimas en Francia, en las últimas décadas.
Luego del ejercicio de memoria, vale la pena mencionar que la solidaridad demostrada a principios de años -con el hashtag #JeSuisCharlie- no fue suficiente.
Y es que los mensajes de apoyo, la solidaridad internacional debe ser llevada a otro nivel. Ya veremos lo que deciden en las próximas horas los líderes europeos ante este reto al mundo occidental.
No debemos olvidar, como ya lo hemos dicho, que este no es sólo un reto a Francia, a Europa, sino que es un reto al mundo entero; a las democracias que hemos construido. #PrayForParis
