En los dos años que han transcurrido de la actual legislatura, la senadora de Morena por Baja California, Lucía Trasviña Waldenrath, solo se ha destacado por su vulgaridad y su frivolidad.
El pasado 21 de octubre, la legisladora expresó con aires de arrogancia la frase “a favor, cabrones”, cuando se votaba en el Senado la desaparición de los fideicomisos, un tema que generó mucha controversia.
Esa afirmación y la actitud de la senadora hizo a muchos recordar la expresión obscena hecha en 1995 por el entonces líder de la Cámara de Diputados, Humberto Roque Villanueva, cuando la mayoría priista aprobó el incremento de la tasa del IVA del 10 al 15 por ciento. La famosa “Roqueseñal”.
Antes de hacer su propia “Roqueseñal”, la senadora Trasviña ya se había dirigido con groserías a sus compañeros de cámara y ya había causado polémica al presumir en su cuenta de Twitter –el 5 de junio del 2019— una fotografía en la que aparece con una pistola automática calibre .45 al cinto.
Como si todo esto no fuera suficiente, la senadora estuvo a punto de cometer un gran daño a la población al usar al Senado como plataforma de promoción de un producto milagro que, aseguran sus creadores y promotores, ayuda a combatir al Covid-19.
Trasviña convocó a un foro que tendría lugar el pasado lunes y al cual acudiría como invitado especial Jaime Maussan, conocido por sus locuaces y nada sustentadas teorías sobre la vida en otros planetas.
La legisladora le iba a hacer publicidad a Maussan, quien durante el foro hablaría maravillas del producto denominado Hydrotene, simplemente porque él se encarga de comercializarlo.
Por fortuna se impuso la sensatez y desde las altas esferas de Morena le pidieron a Trasviña que cancelara el foro.
Lucía Trasviña, quien llegó al Senado sin experiencia legislativa previa –había sido candidata a todo durante años sin ganar nada antes de ser adoptada por el obradorismo— es el retrato vivo de un sinfín de personajes que de alguna forma u otra se subieron al taxi de Morena en el 2018 y, con el empuje del efecto López Obrador, accedieron a un cargo público.
Muchos de estos personajes, de los que incluso las cúpulas de Morena reniegan, son proclives, como la senadora Trasviña, a promover soluciones mágicas a problemas que requieren políticas públicas serias, no milagros.
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Es el caso de la diputada federal, Miroslava Sánchez Galván, quien el jueves de la semana pasada convocó a la población de la ciudad de Torreón, Coahuila, a recibir tratamientos de Hydrotene, el mismo que intentaba promover la senadora Trasviña.
Los ciudadanos fueron convocados a reunirse en el estacionamiento de un centro comercial de Torreón y muchos acudieron a la cita, pero a la mera hora la diputada –para fortuna de ellos– los dejó plantados.
Es el caso también del presidente municipal de Francisco I. Madero, Coahuila, Jonathan Avalos Rodríguez, quien el pasado lunes anunció que regalaría mil tratamientos de dióxido de cloro a pacientes con Covid, pues según él, esto les ayudaría.
No es ajeno a este furor morenista por las soluciones milagrosas el diputado local de Tabasco, Charlie Valentino León Flores, quien desde la tribuna del Congreso local pidió a la población rezar ante los daños provocados por las lluvias.
Lo hemos dicho antes: en Morena hay de todo. Pero los más sensatos dentro de este partido difícilmente podrían exigir a sus correligionarios que dejen de promover soluciones mágicas, cuando el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, planteó como una solución inicial ante el Covid protegerse con una estampita del Sagrado Corazón de Jesús.
OFF THE RECORD
**EL NÚMERO 1
México es el indiscutible número 1. Sí, de acuerdo con un estudio realizado por la agencia de noticias Bloomberg, nuestro país encabeza la lista de países con peores condiciones de estancia para pacientes con Covid-19.
En esta medición, México superó a los 53 países tomados en cuenta para el estudio. Todo un récord.
**OUTSOURCING, A DISCUSIÓN
Como pocas veces ha ocurrido, el presidente López Obrador flexibilizó su postura y aceptó que se establezca una mesa de diálogo para discutir su iniciativa sobre la eliminación del outsourcing.
El presidente rectificó y eso no es malo. Ya vio que sí se puede y que no pasa nada.
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