DE LA FUENTE DEFIENDE SU HUESO

De la Fuente aguantó la embestida de su jefe para no perder el cargo de representante de México ante las Naciones Unidas

El ex rector de la UNAM y ahora militante de la autodenominada “Cuarta Transformación”, Juan Ramón de la Fuente, aguantó la descalificación hacia su persona por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, con sus reiterados ataques a nuestra máxima casa de estudios.

De la Fuente aguantó la embestida de su jefe para no perder el cargo de representante de México ante las Naciones Unidas y no perderse la oportunidad de ejercer la Presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU a partir del próximo 9 de noviembre.

En breves declaraciones publicadas por el diario El Universal el pasado viernes, el ex rector no defendió a la UNAM como varios suponen, sino al presidente de la República, al decir: “se trata del punto de vista, sí del ejecutivo federal, pero también de un ex alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, que es válido y que desde luego tiene todo el derecho a ser expresado y escuchado”.

Durante tres días hábiles consecutivos, el presidente ha descalificado a la UNAM, a la cual ha acusado de “derechizarse”, de olvidarse de su función social y de otros pecados capitales.

Lo anterior significa que los ex rectores –como De la Fuente, que ejerció el cargo durante dos periodos consecutivos– son los responsables de conducir a la UNAM hacia ese estado tan deplorable en que se encuentra, según el presidente de la República.

Pero uno de los aludidos, Juan Ramón de la Fuente, dice que el “punto de vista” de López Obrador “es válido”, y que tiene todo el derecho de ser “escuchado”.

El representante de México ante la ONU se agachó ante el golpe de López Obrador por salvar su hueso, pero también por lealtad política que tiene hacia quien es actualmente su jefe dentro de la “4-T”.

En el 2006, cuando López Obrador intentaba impedir la toma de posesión de Felipe Calderón Hinojosa, el nombre de quien en su imaginación sería el presidente interino que se encargaría de convocar a nuevas elecciones era Juan Ramón de la Fuente.

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De la Fuente fue integrante del gabinete del presidente Ernesto Zedillo, como secretario de Salud. A partir de entonces se empezó a vincular con López Obrador, al igual que otros zedillistas que ahora están en la “4-T”, como Esteban Moctezuma.

En el 2006 aceptó el ofrecimiento del tabasqueño de convertirse en presidente interino. Pero su sueño se frustró cuando los legisladores del PRI asumieron un comportamiento institucional en San Lázaro y facilitaron la toma de posesión de Calderón.

De la Fuente no pudo ser presidente pero ahora es representante en la ONU. Y López Obrador lo distinguió con la deferencia de incluirlo entre las supuestas “corcholatas” que podrían aspirar a sucederlo en la Presidencia de la República. Por eso aguantó la pedrada.

OFF THE RECORD

 

**ALGUNOS MÁS IGUALES

En México todos los estados que integran la Federación son iguales. 

Aunque para el presidente algunos son más iguales que otros.

Es el caso de Guerrero, el cual recibirá todo el apoyo del gobierno federal, como lo confirmó el propio primer mandatario durante su visita del pasado fin de semana.

Se trata de no dejar solo a Félix Salgado, el gobernador que convirtió a su hija en una Juanita.

 

**LAS LISTAS DE AMLO

Sin querer, la regenta…perdón, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, le dijo “fascista” al presidente López Obrador.

Según Claudia, quien hace listas negras para exhibir a sus integrantes es “fascista”.

Pues López Obrador tiene una colección de listas de periodistas, empresarios y adversarios políticos.

 

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