Cuando en abril del 2014 MVS Radio exhibió la presunta red de explotación que encabezaba Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el CEN del PRI lo separó de su cargo de dirigente de este partido en la Ciudad de México, sin esperar a que se realizara una investigación penal.
El señalamiento público, con datos que le daban una verosimilitud razonable a las acusaciones, bastó para que el también conocido como ‘El Basuritas’ o ‘El Príncipe de la Basura’, se fuera a la congeladora política, lugar en el que ha permanecido durante casi siete años.
Cuando se hizo el señalamiento, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, pertenecía al mismo partido que Cuauhtémoc, a quien le debía favores por su apoyo durante la campaña, pero no por eso lo defendió públicamente.
Las cúpulas del PRI de entonces entendieron que si bien no había una sentencia condenatoria en contra de Gutiérrez de la Torre como para acreditar su responsabilidad en trata de personas, el señalamiento público era tan grave que ameritaba mandarlo a la banca de inmediato, pues el no hacerlo afectaría la imagen del partido y del presidente de la República.
Con el caso de Félix Salgado Macedonio ocurre lo contrario. El presidente Andrés Manuel López Obrador defiende públicamente a capa y espada al candidato de Morena al gobierno de Guerrero, a pesar de que pesan en su contra varias denuncias por violación.
Como en el caso de Gutiérrez de la Torre, no se ha ejercido acción penal en contra de Félix ni existe sentencia condenatoria alguna. Sin embargo, las denuncias, cuyos detalles se han difundido ampliamente, contienen datos que hacen verosímiles las acusaciones.
Salgado Macedonio fue exonerado de una denuncia penal no porque no sea culpable –puede que lo sea o que no lo sea– sino porque el delito del que se le acusa ya prescribió.
Hay otra denuncia penal en manos de la Fiscalía de Guerrero que aún no ha sido desahogada, aunque hay dificultad para hacerlo, pues al parecer la denunciante ya no quiere saber del tema y no se ha presentado a ratificar sus dichos.
Y hay una denuncia más que analiza la Comisión de Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, dominada, como lo señalamos en la entrega del pasado 12 de febrero, por tres feministas.
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Tres denuncias por violación que no han sido aclaradas sería más que suficiente para que Félix Salgado no hubiera sido considerado ni siquiera como precandidato de Morena al gobierno de Guerrero.
El asunto ha escalado de tal forma que, más allá de las definiciones que eventualmente se establezcan en materia penal, la candidatura de Salgado Macedonio es políticamente incorrecta. Afecta la imagen del presidente de la República y de Morena no solo en Guerrero, sino a nivel nacional.
Y no solo son las denuncias por violación. Sobre Félix Salgado pesan también señalamientos por su presunto vínculo con el crimen organizado desde que fue alcalde de Acapulco, del 2006 al 2008.
El pasado 17 de febrero fue asesinado Pedro Pablo Urióstegui, cacique de Teloloapan, a quien se le vinculaba con el grupo delictivo Guerreros Unidos y quien le coordinaba la campaña a Félix en la zona norte del estado.
En días pasados, varias personalidades de Morena se han pronunciado en contra de la candidatura de Félix, entre ellos Bernardo Bátiz y Javier Jiménez Espriú. Y una trovadora oaxaqueña ya le dedicó una canción, cuyo video está en Youtube.
Pero el principal líder político de Morena aún lo defiende a capa y espada. ¿Hasta cuándo?
OFF THE RECORD
**PEJECITO EN ZINACANTEPEC
El pasado 4 de febrero, José Gustavo Vargas Cruz fue nombrado alcalde de Zinacantepec, Estado de México. Y le bastaron tan solo dos semanas para declarar que el Covid no existe en ese municipio.
Pero las autoridades de salud tienen otros datos: hasta el 18 de febrero, cuando el funcionario hizo estas declaraciones, se tenían registrados mil 430 casos de contagiados de Covid en Zinacantepec.
El alcalde negacionista, por cierto, es de Morena.
**OSO DEL AUDITOR SUPERIOR
Vaya oso el que hizo el titular de la Auditoría Superior de la Federación, David Colmenares, al salir a decir que hay inconsistencias en los datos sobre lo que costó cancelar las obras del Aeropuerto de Texcoco.
¿Se acalambró por las declaraciones del presidente de la República o en verdad hubo inconsistencias en la información?
Ambas cosas serían muy graves.
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