Este jueves, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) avaló la construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía.
Sin embargo, el pasado 19 de junio la Academía Mexicana de Impacto Ambiental (AMIA) detalló que: “Los estudios del entorno ambiental y la información técnica incluida en la Manifestación de Impacto Ambiental, Modalidad Regional (MIA-R) para la construcción del aeropuerto mixto civil/militar en la base aérea militar de Santa Lucía son cuando menos, insuficientes”.
Fue en un comunicado de prensa donde la AMIA expuso tres observaciones de carácter general y 60 específicas sobre los capítulos II, III, IV y V de la MIA-R, la cual fue publicada en abril por la Semarnat.
Cabe señalar, que en la aprobación de este jueves la MIA concluyó que la flora y fauna del polígono en donde se construirá el aeropuerto no se verá afectada.
“Se concluye que la fauna silvestre dentro del sitio del proyecto y áreas de influencia directa no se ve comprometida en la realización del proyecto”.
Pero en junio, la Academia señaló que el estudio aviar fue realizado con estudio de campo breve, que se llevó a cabo en invierno, mismo que no presentó información sobre la presencia de aves a lo largo del año.
En consecuencia, el organismo hizo un llamado para que el gobierno federal pudiera presentar estudios como el monitoreo aviar de, al menos, un ciclo anual; o el procedimiento constructivo de pistas y edificaciones, la geotecnia y mecánica de suelos en el área de Santa Lucía ya que cuenta con suelos no consolidados que forman parte del ex lago de Texcoco y son susceptibles a hundimientos.
Sin dejar de mencionar, que no se presentó un inventario “metodológicamente adecuado” para los otros grupos de vertebrados terrestres, así como la flora y fauna que subsiste en la base militar de Santa Lucía y sus alrededores.
Por otro lado, la AMIA, en su momento, también señaló que se carecía de un proyecto que fuera al menos de ingeniería básica, donde se permitiera entender los principales componentes del aeropuerto, para así justificar técnicamente su planteamiento y viabilidad.
Además, para la institución los elemento que iba aportando el gobierno sobre las probables afectaciones a la flora y fauna del polígono de Santa Lucía eran deficientes, por lo que resultaba complicado tomar una decisión objetiva para la edificación este puerto aéreo.
Mientras que en el tema social, la Semarnat finalizó que no se prevé un “impacto fuerte”, pero se debe garantizar que las comunidades aledañas se beneficien.
“Si bien no se puede concluir de manera contundente, sí se puede prever que la animadversión por el proyecto será baja en la operación del aeropuerto, por lo que se considera un impacto benéfico significativo”, aseguró el estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).