Como seguramente recuerda, el auditorio Justo Sierra, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, lleva 16 años ocupado por los autodenominados “anarquistas Okupa Che Guevara”, lo que da muestra de la impunidad y falta de acción por parte de las autoridades.
Radicales violentos, asaltantes y traficantes de droga han construido con los años, con consentimiento de algunos ex rectores, su propia red de crimen organizado dentro de la máxima casa de estudios.
Si bien, los intentos de desalojo han sido nulos o desafortunados. Hace algunos días comenzó a circular una nueva petición por parte del rector Enrique Graue para que el Consejo Universitario, en conjunto con la Comisión de Seguridad del órgano de gobierno, formulen propuestas a fin de liberar el auditorio.
Es así como, en otra causa perdida, el diálogo sigue siendo preferencial y la efectividad de la autoridad brilla por su ausencia.
La situación se presenta a la par que la Secretaría de Gobernación busca el diálogo con uno de los mayores enemigos de la paz social, la CNTE, quien como los “okupas” ha puesto en un estado crítico a varios sectores.
De este modo, empresarios, trabajadores, estudiantes y toda clase de ciudadanos se ven afectados por grupos que desestabilizan al estado con peticiones anticonstitucionales y movilizaciones sin fundamentos que sólo buscan golpear.
Por eso, en La Otra Opinión nos preguntamos: ¿hasta cuando se privilegiará el diálogo? ¿Hasta cuándo las autoridades actuarán para restaurar la paz social? ¿Hasta cuándo la CNTE y los “okupas” seguirán haciendo de las suyas? ¿Hasta cuando los anarquistas tendrán permitido robar, saquear y violentar a diestra y siniestra? ¿Hasta cuándo?
