CUANDO AMLO EXIGÍA RENUNCIAS POR TRAGEDIAS

Si López Obrador fuera congruente con lo que antes hacía y decía, debería exigir la renuncia inmediata al menos de Marcelo Ebrard

Especial

Hubo una época en la que al presidente Andrés Manuel López Obrador, y a quienes formaban parte de su proyecto político, les daba por exigir la renuncia de los servidores públicos que se veían involucrados en tragedias como la ocurrida el pasado lunes en la Línea 12 del Metro.

El 16 de junio del 2017, López Obrador exigió la renuncia del entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, para que asumiera su grado de responsabilidad por el socavón que se abrió en el paso exprés de la Autopista México-Cuernavaca, que dejó como saldo la muerte de dos personas.

Esa tragedia conmovió al país no solo porque hubo personas que perdieron la vida, sino por el hecho de que las víctimas, padre e hijo,  eran de origen humilde, y se dirigían a su trabajo cuando su vehículo fue tragado por la tierra debido a ese socavón registrado en una obra que tenía poco de haber sido inaugurada.

López Obrador, quien andaba en campaña abierta al margen de la ley, no desaprovechó el momento. Difundió en sus redes sociales un video en el que dijo: “En cualquier lugar del mundo sucede una desgracia así y hay responsables, no se castiga, como lo hacen aquí, a los chivos expiatorios; se exhibe a uno o dos funcionarios y se acabó. En este caso, cuando menos debería renunciar el secretario(Ruiz Esparza).

Ahora, alguien le podría decir al presidente que “en cualquier parte del mundo”, cuando ocurre una tragedia como la de la Línea 12 del Metro, hay responsables y que más de un personaje de los que integran su círculo cercano debería renunciar por elemental vergüenza.

Cuando ocurrió el incendio en la Guardería ABC, de Hermosillo, Sonora, la dirigencia nacional del PRD, entonces el vehículo de López Obrador con el que buscaba llegar a la Presidencia, exigió la renuncia del director general del IMSS, Daniel Karam; del ex director y en ese momento secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar, y del gobernador de Sonora, Eduardo Bours.

Los obradoristas –en ese entonces López Obrador se ostentaba como ‘presidente legítimo de México’—  llegaron al extremo de insultar a Molinar Horcasitas y de endilgarle el calificativo de “asesino” durante una comparencia en la Cámara de Diputados que tuvo lugar el 10 de agosto del 2010.

Si López Obrador fuera congruente con lo que antes hacía y decía, debería exigir la renuncia inmediata al menos del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien es el principal responsable, al menos desde el punto de vista político, de la tragedia en la que han perdido la vida hasta el momento 25 personas.

El presidente también debería considerar pedirle a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que solicite licencia al cargo, pues, al no procurar el suficiente mantenimiento a Sistema de Transporte Colectivo, también tiene un alto grado de responsabilidad en la tragedia.

Pero no lo hará. El presidente ya superó su proclividad a exigir renuncias. Y a los involucrados en la tragedia del pasado lunes no se les ve la mínima intención de separarse de sus cargos voluntariamente.

Te puede interesar | TRAGEDIAS Y TAPADERAS EN LA “4-T”

Es tal la determinación de no mover a nadie de sus cargos, que de manera inexplicable la directora general del STC-Metro, Florencia Serranía, aún sigue en el cargo, a pesar de que en dos años ya rompió todos los records de accidentes graves en este sistema de transporte.

López Obrador tenía razón al exigir la renuncia de Ruiz Esparza, titular de la SCT del presidente Enrique Peña Nieto, pues debía asumir la responsabilidad política de haber inaugurado una obra mal hecha que se derrumbó en poco tiempo y cobró vidas.

Pero ahora, ya como presidente de la República, su primera reacción fue de menosprecio hacia las víctimas, pues primero manifestó su solidaridad con su incondicional Sheinbaum y luego expresó condolencias.

Y en lugar de tomar decisiones políticas para un control de daños que incluso le hubieran beneficiado en estos momentos muy desprestigiado para su partido, se ha dedicado en los últimos días a golpetear a los medios de comunicación, como si la prensa hubiera provocado la desgracia de la Línea 12.

Es un hecho que nadie dentro de Morena asumirá la responsabilidad política por la muerte de 25 personas, las lesiones de decenas y el suplicio que sufrirán por tiempo indefinido millones de habitantes de la zona oriente de la capital, al no tener alternativas viables de transporte.

Hay tanto cinismo y tanta desfachatez en el partido en el poder, que no podemos descartar que uno de quienes ahora son señalados como responsables de la tragedia aparezca como si nada en la boleta electoral del 2024 buscando la Presidencia de la República por Morena.

OFF THE RECORD

**¿CAMBIÓ DE GALLO?

Otra cosa a la que se ha dedicado el presidente es a interferir nuevamente en el proceso electoral en marcha.

Ayer, López Obrador criticó al candidato del PRI al gobierno de Nuevo León, Adrián de la Garza, quien respondió que Samuel García, de MC es el candidato del presidente.

Una cosa quedó clara: la ex priista Clara Luz Flores ya no tiene nada que hacer en la contienda.

Y la pregunta está en el aire: ¿Cambió de gallo el presidente?

**LA JUANITA EN ACCIÓN

Ayer arrancó su campaña en pos del gobierno de Guerrero Evelyn Salgado. Y la nota del evento fue que en todo momento estuvo acompañada por su padre, Félix Salgado Macedonio. ¿No que no?

Correo: [email protected]

Twitter: @pepecontreras_m