El crimen organizado en Guerrero logró penetrar a la cadena productiva de insumos básicos, desde la producción, la distribución y la venta de productos como el jitomate, el aguacate, el limón o la carne, dejando al pollo como el último bastión de una lista de alimentos que no había podido ser cooptado por la mafia.
De acuerdo con los comerciantes, bandas como Los Tlacos y Los Ardillos son las que se disputan en mercados, principalmente el del pollo; incluso operan a través de familiares y construyen redes de repartición que usan la ruta de Chilpancingo a Petaquillas.
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Los atentados contra trabajadores y distribuidores de pollo originarios de la comunidad de Petaquillas, así como la repentina reactivación en las ventas, dejaron en evidencia cómo las organizaciones delincuenciales ya controlan las cadenas de suministro, utilizando la violencia y el miedo como método de presión.
Bloqueo de vías genera desabastecimientos de ciertos productos en mercados de Cuenca Rosario Molina, ama de casa, aborda el tema.
Reporte: Felicia Guerrero pic.twitter.com/NXKzw46ePa
— Radio Visión 106.1FM (@radialvision) June 15, 2022
La lamentablemente situación en Chilpancingo, es solo un reflejo de todo lo que pasa en el Estado de Guerrero, la inseguridad llegó a puntos inimaginables,la gente honesta ya no puede salir a trabajar para ganarse la vida, no hay plan ni estrategia, y cada día es peor💔😔 pic.twitter.com/Xoeyr6UK3I
— La Abuela García®™ (@rthur_013) June 12, 2022
Con información de Milenio