Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador dice que todo está controlado en la pandemia por COVID-19, varios de los gobernadores se lanzan contra su gobierno y reclamaron el mal manejo de información y prácticas que tienen las autoridades de Salud para controlar la situación.
Desde que inicio de la contigencia sanitaria, el pasado 23 de marzo, los mandatarios estatales han tenido ‘choques’ con lo estipulado de la Secretaría de Salud (Ssa), y se ha visto tensión con el gobierno de López Obrador.
Sin embargo, como bien se sabe, el tabasqueño siempre trata de tapar el sol con un dedo, y dice respetar la opinión de los demás, pero siempre rechaza todas las críticas.
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Entre los reclamos está –extrañamente– la del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, uno de los suyos, quien acusó al gobierno federal por presuntamente mentir sobre los insumos y equipos que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) reportó haber entregado a su administración; de igual forma, dijo que la Secretaría de Salud presenta información diariamente es falsa.
Por otro lado, Antonio Echevarría, mandatario de Nayarit, acusó al IMSS de tener malas prácticas en el estado, lo que –aseguró– ha provocado que el 42 por ciento de las personas diagnosticadas con COVID-19 en el estado sean trabajadores de esta institución.
En días pasados, los mandatarios de Jalisco, Enrique Alfaro; Baja California, Enrique Bonilla; Michoacán, Silvano Aureoles, entre otros actores, también lanzaron críticas y reclamos al gobierno de López, pues acusaron la falta de apoyo general para hacer frente a la pandemia.
La mayoría de reclamos es por falta de material médico, pues lo que han recibido por parte de las autoridades federales ha sido insuficiente; también los reclamos son por la falta de atención del gobierno federal para la aplicación de pruebas de COVID-19.
En conclusión, todos los gobernadores tachan de “mentirosos” tanto al subsecretario Hugo López-Gatell y al titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoe Robledo, pues sólo han dado cifras erróneas sobre la situación en los hospitales que atienden a pacientes con coronavirus.
