Congreso mexicano, ¿sin tiempo o sin voluntad?

Tras varios meses sin acuerdo –durante el Periodo Ordinario de sesiones–, este lunes inició el Periodo Extraordinario de Sesiones en el Congreso de la Unión. Diputados y Senadores debatieron los temas pendientes en materia de combate a la corrupción, de regulación de marihuana, del desafuero de Lucero Sánchez “La Chapodiputada”, de la miscelánea penal, de la Ley de Responsabilidades Administrativas, de la Ley General de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, del Mando Mixto… y de todos los temas que no se trabajaron, que no se procesaron y que no se acordaron durante el Periodo Ordinario. Y es que dicen que “no les dio tiempo”.

Cosa curiosa. Por lo que se vio, los legisladores tampoco tuvieron tiempo de acudir a la primera sesión del Extraordinario. De acuerdo con los datos del Congreso, la sesión inició con hora de retraso, con la ausencia de 120 diputados y de 56 senadores; y duró sólo 15 minutos.

En otra de las sesiones del extraordinario, los legisladores sacaron adelante la Ley 3 de 3 –quizá uno de los debates más esperados–; sin embargo, aprobaron una versión “light”. Con modificaciones propuestas por el PRI y el Partido Verde, la Ley de Responsabilidades Administrativas no obliga a que los funcionarios públicos –como los legisladores, jueces, ministros y dirigentes sindicales publiquen sus declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscal. Es decir, acabó con la obligatoriedad de la iniciativa ciudadana del 3 de 3.

Pero lo verdaderamente grave es que, una vez más, los legisladores dejaron ver que el tiempo reglamentario de debates –entre el 1 de febrero y el 30 de abril–, es un mero trámite. Que pueden dejar pasar los meses, que pueden acumular pretextos e iniciativas y que al fin de cuentas cumplen a medias, aprueban por aprobar y poco o nada les importa salir con iniciativas incompletas, ¿será que a los legisladores les falta tiempo o simplemente no tienen voluntad?