El entorno que rodea a los migrantes centroamericanos a su llegada a la frontera sur de México ha desatado el descontento de varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG) pues acusan que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), liderada por la supuesta activista Rosario Piedra, no ha realizado su trabajo correctamente.
Y es que los maltratos por parte de agentes migratorios, de policías municipales y estatales, así como los oficiales de la Guardia Nacional y la nula intervención de la Comisión ha llevado a los centroamericanos a denunciar la violación de sus derechos.
Cifras oficiales indican que hasta el momento se han entregado 300 quejas por agresiones ante la CNDH, de las cuales 40 han ido en contra de la Guardia, aunque la institución defensora no ha procedido.
De acuerdo con la presidenta de la asociación “Una Mano Amiga, Mujer Migrante”, Yaneth Gil Ardón, tanto la CNDH como la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) se ha mantenido calladas ante las “fechorías” de los elementos de la GN en donde esperan a los migrantes para robarles su dinero o cobrarles una “cuota” para que puedan continuar con su camino.
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Además de dejarlos sin los pocos recursos con los que salen de su país, Gil Ardón afirma que ha estado presente en la denuncia de agresiones físicas por parte de los mismos guardias, incluso mujeres y niños han sido víctimas de malos tratos.
