Chihuahua, tragedia electoral: muere bebé en mitin

La campaña del panista Javier Corral –quien busca el gobierno de Chihuahua con las siglas del PAN y el apoyo de algunos perredistas–, inició con una mala nota.

A los pocos minutos de que iniciara uno de sus mítines de arranque, un bebé de tres meses falleció debido a complicaciones respiratorias.

Los hechos ocurrieron en la Plaza de Maestros de la capital del estado.

Según testigos, los padres del menor buscaron apoyo de los elementos de la Cruz Roja. No obstante, el apoyo sirvió de poco. El bebé ya no tenía signos vitales.

Sobre el tema, el señor Corral ofreció su apoyo a los padres de la víctima, Valentín Gutiérrez y Viridiana Durán. “Lamento este acontecimiento que entristece a todos en el equipo, por supuesto a Cinthia Aideé y a mí. Desde anoche pude hablar con Valentín y ahora, esta mañana, muy temprano he podido verlos a los dos para abrazarlos y decirles que todos hemos lamentado muchísimo esta tragedia y que estamos con ellos”, dijo Corral.

Por donde se vea, el incidente es lamentable.

Resulta indignante y doloroso que padres irresponsables decidan acudir a un mitin con un niño de tres meses.

Resulta grosero y ofensivo que padres insensatos crean que un mitin es un lugar apropiado para un recién nacido.

Resulta absurdo y de risa loca que la estupidez de unos padres cueste la vida a un menor de edad.

¿Qué tiene que pasar por la cabeza de un padre y de una madre para llevar a su hijo recién nacido a un espacio que se distingue por las aglomeraciones, por el calor, por la falta de agua y por la ausencia de espacios de reposo?

¿Usted llevaría a su bebé a un evento de esta naturaleza?

Evidentemente, el señor Javier Corral no tiene nada que ver con el desarrollo y el desenlace de esta historia. Un político no controla y no decide quién –o quiénes– acuden a un mitin.

Pero eso no implica que no se cuestione, que no se critique y que no se repruebe la estupidez de los padres que pensaron que era buena idea llevar a un bebé a un acto de campaña.