Tlaxcala, ventaja para el PRI

Al arranque de la contienda electoral, en Tlaxcala, el político con menos posibilidades de convertirse en candidato es el individuo con más posibilidades de convertirse en gobernador.

En este momento, en la contienda por el gobierno de Tlaxcala participan la panista Adriana Dávila, quien ya fue derrotada en las elecciones de 2010; la perredista Lorena Cuéllar, que trata de recuperar el coto de poder que perteneció a su familia y el priista Marco Antonio Mena Rodríguez, quien es visto como el candidato de la continuidad.

Por donde se mire, Adriana Dávila y Lorena Cuéllar son cartuchos quemados. Acaso por eso, la popularidad de Marco Antonio Mena ha crecido como espuma.

Pero hay más. A pesar de ser el candidato menos conocido, Mena tiene 23 años como servidor público.

Y a pesar de que algunos aseguran que el único mérito del candidato es ser muy cercano al gobernador Mariano González Zarur –quien avaló su candidatura–, lo cierto es que Mena estudió en la Universidad de Chicago, encabezó la secretaría de Turismo entre 2011 y 2013; compitió por la diputación local del Distrito I de Tlaxcala y ganó por nueve puntos al segundo lugar. Y en agosto de 2015, Mena Rodríguez tomó protesta como dirigente del PRI en Tlaxcala.
Cabe mencionar que aunque Mena no destacó en las encuestas, arrebató la candidatura a otros priistas como Anabel Ávalos Zempoalteca, Ricardo García Portilla y Noé Rodríguez Roldán.

Además, aunque Marco Antonio Mena se presenta como hijo de profesores, también es cierto que su padre, Antonio Mena Montealegre, fue secretario de Gobierno y director de Registro Público de la Propiedad y del Comercio de Tlaxcala. Además el señor Antonio Mena Montealegre perteneció al grupo “Amigos de Beatriz”, que sirvió como plataforma electoral a la señora Beatriz Paredes Rangel, quien gobernó el estado en 1987.