El pasado 17 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que Lázaro Cárdenas Batel renunció a la Coordinación de Asesores de la Presidencia de la República, cargo que ocupaba desde el inicio de su sexenio, el 1 de diciembre de 2018.
De acuerdo con el periódico El País, la causa de su renuncia fue por la críticas que lanzó el mandatario tabasqueño en contra de su padre, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; esto luego de asegurar que era “su adversario”.
En su “mañanera” de aquel viernes, López Obrador confirmó que el hijo del líder espiritual de la izquierda mexicana trabajaría como secretario permanente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El presidente confirmó la salida de Lázaro Cárdenas Batel como coordinador de Asesores de Presidencia.
“Va a trabajar en la CELAC”, detalló.
Señaló que, desde la Secretaría Técnica, apoyará a México para que lleguen más médicos especialistas, principalmente desde Cuba pic.twitter.com/niloQbruIn
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) March 17, 2023
Sin embargo, el cargo al que supuestamente llegó Cárdenas Batel en la Celac no tiene sustento, ya que la secretaría permanente del organismo latinoamericano ni siquiera se ha planteado en los órganos pertinentes y necesita la aprobación de los países miembros; además Cardenás tendría que compatir con otros candidatos para ocupar el puesto que mencionó AMLO.
De acuerdo con un reportaje del semanario Proceso que se titula “El salto de Cárdenas Batel a un cargo fantasma”, la doctora Guadalupe Gonzalez, profesora e investigadora del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México, dijo que la oferta de la salida de Cárdenas Batel del gabinete de López Obrador no llega a una propuesta y queda, por el momento, en una idea que definió como “prematura” y que podría encontrar la aplicación más cercana hasta enero de 2024.
“Se requiere muchísimo capital político; capacidad de concentración para definir con mucha precisión cuál sería el formato de un secretariado permanente, sus funciones (…) Se requiere de un esfuerzo financiero importante y sobretodo sostenible, porque una vez que se crea una estructura como está, los países tienen que empezar a pagar cuotas y actualmente, por ejemplo, muchos países de América Latina están rezagados en el pago de sus cuotas en muchos organismos internacionales. Entonces, no siento siento que sea un momento en el quieren asumir ese papel”, indicó.
Agregó que para que una reforma de este tipo siga adelante, tendría que haber una solicitud formal por parte de la Presidencia, llevarla a la reunión de ministros de Relaciones Exteriores y someterla a votación en la Cumbre de jefes de Estado.
“Vemos en este caso que el presidente López Obrador haciendo este cabildeo, pero yo también me preguntó qué tanto capital político y financiero va a poner el Gobierno de México en una iniciativa como esta. No son sencillas estas cosas”, agregó.
Por lo cual, concluyó que el anunció de AMLO de que Cárdena Batel se iría a la Celac es una manera de decir que “sale, pero no hay un rompimiento” y se le va a dar algo en materia diplomática.
Con información de Proceso
MSA
