Caen dos presidenciables del PRI… quedan tres

En orden de preferencias, los cinco presidenciables más adelantados del PRI se llaman: Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila Villegas, José Antonio Meade, Manlio Fabio Beltrones y Aurelio Nuño.

O como ya dicen algunos… se llamaban.

Y es que en los últimos 20 días, la baraja tricolor dio un vuelco sorprendente. De modo que, de los cinco que había, nada más quedan tres.

El primero en desplomarse, como seguramente sabe, despachaba en el Comité Nacional del PRI. Todos lo conocen como Manlio Fabio Beltrones y parecía tener todas las “canicas” para negociar su postulación.

Sin embargo, los resultados electorales del cinco de junio tumbaron al de Sonora. Manlio no sólo tuvo que renunciar al PRI sino que muchos lo descartan de la carrera presidencial.

Cierto, en política sólo los muertos dejan de moverse. No obstante, en este momento, Beltrones tiene todo en contra.

El segundo en caer se llama Aurelio Nuño; es secretario de Educación Pública y desde hace cuatro años opera para convertirse en candidato presidencial.

Desafortunadamente –al menos para el joven Nuño–, los hechos violentos en Nochixtlán, Oaxaca; las movilizaciones de la CNTE y el regreso de la Coordinadora a las mesas de diálogo con la secretaría de Gobernación, prácticamente aplastaron su candidatura.

Cosa curiosa. Cuando Nuño fue jefe de la Oficina de la Presidencia, movió sus influencias para que la Segob financiara a la CNTE y, con el tiempo, pudo reventar al entonces secretario de Educación, Emilio Chuayffet. Hoy, a la vuelta de los meses, la aspiración presidencial de Nuño también se vendría abajo por un nuevo acercamiento entre el magisterio y Gobernación. ¿Alguien dijo karma?

En esta lógica, la baraja de opciones para el tricolor se achica. De las cinco cartas que pretendía jugar el Revolucionario Institucional, sólo tres siguen vigentes. Y la pregunta obligada es, ¿cuántas más –y cuándo– caerán?