La relación entre México y Bolivia, en los últimos días, se ha visto sumamente deteriorada y la reciente participación de representantes españoles en el conflicto ha hecho mucho más grande el problema.
Luego de que se informara de que un sujeto encapuchado merodeaba la residencia de la embajadora de México, Teresa Mercado, mientras sostenía una reunión con varios diplomáticos españoles, la canciller boliviana Karen Longraic aseguró que en realidad era España quien se encuentra interviniendo en su país.
Según Longaric, existe una injerencia extranjera y ambos países se encuentran “abusando de sus privilegios diplomáticos” otorgados por la Convención de Viena, motivo por el cual decidió enviar una nota al Ministerio de Relaciones Exteriores de España para denunciar “atropellos que afectan profundamente la dignidad y la soberanía del Estado boliviano”.
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“Lo señalado ratifica una vez más las actitudes de incomprensión de algunos gobiernos que, guiados por compromisos ideológicos y sin entender aspectos sustanciales inherentes a nuestra realidad nacional, cometen actos de injerencia directa, vulnerando principios y valores que sustentan la convivencia pacífica entre Estados”, indicó la canciller.
