Desde hace más de veinte años la clínica privada “Profesionales Contra la Adicción”, fundada por el doctor José Curiel en Tijuana, Baja California, atiende a personas con adicción a la heroína y los opioides, pues se les suministra la metadona, medicamento que engaña al cerebro de los consumidores y alivia el dolor físico y la ansiedad por la abstinencia.
Después de más de dos décadas en que la metadona ayudó a pacientes con problemas de adicción, en noviembre de 2022 comenzó el calvario para los pacientes del doctor Curiel, pues el laboratorio que elaboraba la metadona les informó que el gobierno mexicano había cancelado la venta y producción de este medicamento.
El doctor Curiel recuerda como este avisó les llegó de imprevisto, impidiéndole prepararse con tiempo ante un desabasto. Esta situación empeoró, pues en febrero de 2023 la Cofepris suspendió a la farmacéutica “Piscofarma”, laboratorio donde se producían la mayoría de medicamentos psiquiátricos.
Ante el desabasto de la metadona, muchos de los pacientes en recuperación por adicción, recayeron en las drogas, volviendo a consumir lo que ellos creían era heroína, sin embargo, la heroína que se trafica y vende hoy en día es en realidad fentanilo.
Cuando se menciona la crisis de los opioides, inmediatamente se piensa como un problema exclusivo de Estados Unidos, donde desde el año 2015 se popularizó el consumo de OxyContin o Vicodin, opioides recetados como analgésicos, los cuales se comenzaron a popularizar por su fácil acceso.
Se tienen registros de que en México la popularización del fentanilo comenzó en el 2017. El fentanilo se ha convertido en una de las drogas de más fácil acceso para las personas, debido a sus múltiples presentaciones, pues se puede consumir en polvo a través de la inhalación en pipa o en llamativas pastillas de colores.
Los registros por consumo de fentanilo en México comenzaron en 2017, cuando los especialistas en temas de adicción comenzaron a notar diferencias claras en sus pacientes, pues se presentaban como cicatrices negras y quemaduras en la piel.
En un inicio se creyó que era debido al consumo krokodil o la “droga caníbal”, sin embargo, los pacientes siempre refirieron que seguían consumiendo heroína, aunque si había notado que la droga era más fuerte, pues no era heroína, sino fentanilo.
El fentanilo es una de las drogas más potentes, sobrepasando cincuenta veces a la heroína y cien veces a la morfina, sin embargo, su duración es más breve, ocasionando que las personas que lo consumen se hagan adictos de manera más rápida. Además de su potencia, el fentanilo tiene un costo accesible, pues en México se puede conseguir una dosis por cincuenta pesos.
En Tijuana, las sobredosis son más comunes que en cualquier otra parte del país, pues de acuerdo a datos de la Cruz Roja, en 2022 se atendieron a 653 personas con sobredosis, mientras que en lo que va de este 2023 se registraron 96 sobredosis en un solo mes.
La crisis por fentanilo es tan grave en Tijuana que el Semefo ya implementó un programa que identifica las muertes por esta droga, ya que de acuerdo a lo dicho por este organismo, las personas que mueren por fentanilo lo hacen por asfixia, ocasionando que la piel se torne de un tono azul.
La poca coordinación que existe entre las autoridades sanitarias y ministeriales ha ocasionado que el gobierno federal ignore la crisis por fentanilo que existe en el norte del país, pues de acuerdo al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el país se consume muy poco, casi nada.
Los médicos de la frontera norte de México han aceptado el problema del fentanilo y han comenzado a buscar la misma solución del gobierno estadounidense, es decir, aplicar naloxona, medicamento que contrarresta los efectos del fentanilo, sin embargo, en México el medicamento es escaso y caro.
En esta ciudad fronteriza la crisis ha alcanzado un punto alarmante, pues se está comenzando a consumir fentanilo sin saber que es esta droga, pues muchos cárteles han comenzado a vender fentanilo haciéndolo pasar por cocaína o heroína.
En México la detección de fentanilo en muertes violentas no es obligatoria, por lo que los datos reales de consumo de fentanilo en el país no están actualizados, ocasionando que el gobierno federal ignore e incluso niegue el problema.
Con información de Gatopardo
