El robo del gas LP aumentó en un 318 por ciento en los últimos nueves meses, ya que se se han reportado 556 tomas clandestinas, lo que representa un 64 por ciento de todos los hurtos reportados por Petróleos Mexicanos (Pemex).
De acuerdo con un reporte de la empresa petrolera, de enero a septiembre los gasoductos registraron 863 piquetes, 657 más de los reportados en el mismo periodo de 2018.
El gasoducto Cactus-Guadalajara, el cual atraviesa los estados de Tabasco, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Estado de México, Querétaro y Jalisco, es el más perforado por los delincuentes, de acuerdo con Pemex, pues representa el 67 por ciento de la capacidad total de transporte por este medio.
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Tras los constantes operativos militares en Puebla contra los huachicoleros, ahora las bandas criminales encontraron en el gas LP su nueva “mina de oro”.
Los municipios que concentran el mayor número de tomas clandestinas son Tepeaca, con 182, seguido de Texmelucan, con 91; Los Reyes de Juárez, con 46; Amozoc, con 36; Palmar de Bravo, con 33 y Acajete con 29, de acuerdo con los reportes de la empresa, elaborados en coordinación con el Ejército.
Este delito también prendió focos rojos en el Estado de México, que reportó 196 piquetes de enero a septiembre; Tlaxcala, con 32, y Querétaro, con 25.
Mientras que en Hidalgo, donde en todo 2018 apenas registró seis piquetes, ahora suma 24 puntos de robo de gas, principalmente en Tepeji y Tula de Allende.
En Veracruz, donde en el año pasado se reportaron cinco tomas clandestinas de gas LP, para este año se han registrado hasta la fecha 21 piquetes a ese gasoducto, de manera constante en Acayucan, Isla y Omealca.
La empresa dio a conocer en octubre que tiene suspendidos tres ductos como parte de su estrategia para combatir el robo de combustible y uno más por falta de producto.
Con información de El Mañana
