Aseguran que Tren Maya sólo beneficia a una minoría

Activistas promovieron amparos para frenar la construcción del tramo 5 a fin de evitar una posible catástrofe ecológica

Aseguran que Tramo 5 del Tren Maya sólo beneficia a una minoría
Foto: Latinus

Cuando era presidente electo, Andrés Manuel López Obrador anunció la construcción del Tren Maya, el cual sería un motor económico para el sureste del país, ya que conectaría distintos sitios turísticos y los principales centros arqueológicos de la cultura mayade la Península de Yucatán.

En ese sentido, prometió que no se tiraría ningún árbol durante el proceso de construcción.

Ni un solo árbol, ninguno, nada, al contrario, ni un solo árbol. Al contario, vamos a sembrar 100,000 hectáreas en la zona del Tren Maya de árboles frutales y maderables. Yo soy de allá, conozco perfectamente todos esos pueblos, todas esas comunidades”, aseguró durante una entrevista con Carmen Aristegui.

Sin embargo, a lo largo de estos tres años de gobierno de López Obrador, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ha cambiado en diversas ocasiones el trazado de algunos de los tramos del Tren Maya, lo cual ha ocasionado diversos daños al ecosistema.

Un ejemplo claro es el polémico Tramo 5, el cual han modificado su trazo en más de siete ocasiones.

Todos estos cambios han provocado quejas y denuncias de ambientalistas y asociaciones civiles quienes acusan que se sienten traicionados ya que AMLO no ha respetado su palabra de cuidar el medio ambiente.

Así lo expuso José Urbina, instructor de buceo mexicano y uno de los opositores de esta megaobra al denunciar que con el Tren Maya sólo se busca beneficiar a una minoría y no impulsar el turismo de la región.

En su columna “El nuevo trazo del Tren Maya es una traición a favor de intereses económicos”, Urbina expuso que si se hubiera respetado el trazo original de la Línea 5 se habría llevado el progreso hacia las poblaciones hilvanadas por el ferrocarril.

Por otro lado, habla sobre las características y peculiaridades geológicas que hay en la región los cuales representan un riesgo para el Tren Maya.

El suelo de la selva quintanarroense es parte del bloque de caliza que emergió del mar hace millones de años, junto con el resto de la Península de Yucatán. Es un suelo inestable, peligroso para sostener una obra pesada como el Tren Maya. Cada vez que llueve sobre esta zona, sucede una reacción química capaz de deshacer la roca. Cuando el techo de una de estas cuevas o túneles colapsa, se crea un cenote: una ventana, un acceso sagrado al agua que corre bajo tierra”, apuntó.

Por ello, indicó que enfatizó que se promovieron amparos para frenar la construcción del tramo 5 a fin de evitar una posible catástrofe ecológica.

Promovimos un amparo judicial para que las obras no continúen sin realizar previamente estudios ambientales. Un juez nos dio la razón y otorgó una suspensión definitiva, por lo que las obras están paradas en el tramo 5 hasta que se realicen”, subrayó.

Con información de The Washington Post

MSA