El hartazgo de la sociedad ante la aparente indiferencia de las autoridades por proteger a los mexicanos ha llegado al punto de que las manifestaciones violentas son la única forma de ser escuchados.
Sin embargo, para el presidente Andrés Manuel López Obrador la reciente toma de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha sido utilizada para perjudicarlo a él y a la titular de la institución, Rosario Piedra Ibarra.
“Lo magnifican para perjudicarnos. Hay mucho encono, coraje, en contra de Rosario Piedra, sobre todo de los grupos conservadores por la mamá, por doña Rosario, y por el hermano desaparecido. Yo considero que se está utilizando este caso, hay una exageración en todo sentido”, comentó desde Palacio Nacional.
Asimismo, y casi como si se preocupara por el asunto, el mandatario afirmó que la protesta de los grupos feministas y familiares de víctimas de abuso sexual, feminicidio y desaparición es totalmente legítima y pidió no arremeter en contra de ellas, aunque de ninguna manera mencionó alguna posible solución o al menos una reunión con las manifestantes.
“Hay una demanda justa de que se atienda, una necesidad, pero ya se convirtió en un asunto, vamos a decir, político y —no me equivoco— abrazado por el conservadurismo. No hay que olvidar que los extremos se tocan, la extrema izquierda y la extrema derecha”, indicó.
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Incluso, Andrés Manuel se tomó el atrevimiento de declarar que en otros tiempos ya se hubiera actuado con violencia para desalojar a estos grupos, pero “gracias a él” las cosas son diferentes.
“Y ojalá y todas estas discrepancias que hay, que toman la oficina de los derechos humanos, ¿cuándo se había visto eso? nunca, ya era para que hubiese entrado la policía a desalojar. Es un asunto que tiene que ver con el gobierno de la ciudad, pero yo no recomendaría nunca”.
MC
