El jueves de la semana pasada, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, y varios fervientes obradoristas, convocaron a “movilizaciones masivas” en defensa de la reforma eléctrica que promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero hasta el momento, nadie ha acatado ese llamado; nadie ha tomado las calles y a nadie se le ha ocurrido organizar alguna marcha relacionada con la reforma eléctrica regresiva.
Esto habla de que el presidente López Obrador y su partido han perdido capacidad de convocatoria y de movilización, situación que se verá reflejada en las penurias que pasarán para llevar gente al mitin programado para el próximo 1 de diciembre.
En su convocatoria, Mario Delgado escribió: “La patria nos requiere, compañeras y compañeros. Es el momento de refrendar que somos un partido en movimiento y que aquí están las y los mejores hijos de México. La reforma eléctrica va”.
Sin embargo, su llamado no tuvo eco ni siquiera en las redes sociales, lo que confirma que los temas favorables a López Obrador solo se mueven si intervienen las granjas de bots afines de la “4-T”, lo que esta vez no ocurrió.
Delgado argumentó en su llamado que Morena no cuenta con los votos suficientes en el Congreso para aprobar la reforma eléctrica, por lo que se requiere del apoyo “del pueblo en las calles”.
En realidad, las tales manifestaciones masivas, si se llegan a dar algún día, solo serán patadas de ahogado de Morena por una reforma eléctrica que está condenada al fracaso.
