Con motivo a la clausura de los foros regionales para la pacificación, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, enumeró ocho compromisos para poner freno a la violencia en el país y declaró: “Lo que no queremos ya es derramamiento de sangre, no queremos sufrimiento”.
Los temas en que se comprometió son la atención integral a víctimas de la violencia a partir de apoyos y el respeto a los derechos humanos. Además reiteró su apuesta por la formación de policías, marinos y soldados en el uso de la fuerza y a hacer justicia en el caso Ayotzinapa.
“No apostar a la guerra” y no optar por “el exterminio” de las personas. “Que podamos garantizar la paz y la tranquilidad sin el uso extremo de la fuerza”, dijo.
Las vías de acción que pone sobre la mesa es atender las causas de la violencia, las cuales relaciona con la pobreza y el modelo económico impuesto, por lo que reactivará el campo y las actividades productivas.
No se “olvidó” de nueva cuenta en emitir un acuerdo para la liberación de los “presos políticos” y luchadores sociales encarcelados injustamente, acciones que planea alcanzar con la ayuda de organizaciones internacionales y las Naciones Unidas en materia de derechos humanos.
Finalmente se comprometió a “no apostar a la guerra” y no optar por “el exterminio” de las personas y resaltó en que al asumir la presidencia creará el consejo para conseguir “la paz y la reconciliación” en México.
