Con su oído endulzado, la ciudadanía asume que si México produce el cien por ciento de las gasolinas que consume, el precio de éstas bajará de manera automática, sin embargo varios expertos opinan lo opuesto.
Como estrategia electorera el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, insertó por repetición en el pensamiento colectivo la idea de que la gasolina será más barata si deja de importarse de Estados Unidos (86 por ciento), Países Bajos (7.6 por ciento) y España (1.5 por ciento).
La promesa del llamado “mesías tropical” es construir dos nuevas refinerías (una en Tabasco y otra en Campeche) y aumentar el nivel de producción de las seis que ya operan en México para que los mexicanos paguen menos por los hidrocarburos.
No obstante, la proposición de AMLO, aunque muy atractiva, dista mucho de la realidad, de acuerdo con varios especialistas en materia de hidrocarburos.
No resulta novedoso que que más de 30 millones de mexicanos hayan votado por López Obrador, quien se prometió terminar con las crisis políticas y económicas a las que se han enfrentado los gobiernos panistas y priistas. Tal fue el caso del gasolinazo de 2017, que desató tal descontento que inclusive se produjeron disturbios y saqueos.
Esa fue una oportunidad de oro para el oriundo de Macuspana para ganar adeptos. Su estrategia fue sencilla: descalificar al gobierno de Peña Nieto (la “mafia del poder”) y ofrecer soluciones mágicas (que los especialistas desaprueban).
Además de los números obvios que arrojó la elección del 1 de julio, en una encuesta realizada el pasado agosto por la casa Parametría se exhibió que siete de cada diez mexicanos conocen sobre las soluciones que ofrece de AMLO para reducir los precios de las gasolinas, de los cuales, el 90 por ciento lo aprueba, aunque no tenga conocimientos técnicos sobre el tema.
La realidad es contrastante
En el mundo real, los ideales y promesas de campaña de López Obrador se disuelven, pues aunque las seis refinerías existentes aumenten su capacidad de producción de un mínimo del 35 por ciento, al 100 por ciento.
“Aun llegando a 100% de la capacidad de producción de las refinerías, el país no lograría la autosuficiencia” y, en el mejor de los casos, “la importación actual gasolina se reduciría 50%”, afirmó Raymundo Tenorio Aguilar, director de la carrera de Economía del Tecnológico de Monterrey.
Por otro lado, el jefe economista de BBVA Bancomer, criticó a AMLO en agosto pasado por su propuesta de actualizar las seis refinerías porque, desde el punto de vista del inversionista, sería “meter dinero bueno al malo”.
“A nosotros nos preocuparía que hacer inversiones tan cuantiosas, invertir en actualizar 6 refinerías, pensaríamos que no es un buen negocio, es meter dinero bueno al malo, creemos que es más eficiente seguir importando gasolinas, que es mucho más barato que producirlas”.
Con lo anterior, se exhibe un panorama de fracaso para las promesas demagogas de Andrés Manuel López Obrador, quien deberá rendir cuentas al pueblo que votó por él cuando sean desenmascaradas sus mentiras.
