Recordemos las infinidades de veces que López Obrador arremetió en contra de uno de sus grandes adversario, nos referimos al expresidente Enrique Peña Nieto, quien según él, su gobierno fue producto de unas falsas elecciones.
Pero bueno, el mandatario Obrador manifestó en repetidas ocasiones que la administración de Peña, estaba ligada a medios de comunicación, principalmente televisivas, mismas que cuidaban su investidura política y que por ningún motivo se atrevían a mencionar algo que fuese a manchar su imagen.
“No más engaños, no más mentiras, que no sea a través de la televisión como se decida quién debe gobernar el país, en ningún momento se justifica que con la publicidad se suplante el derecho que tiene el pueblo a elegir libremente a sus autoridades. Por eso llamo a todos los integrantes de las redes sociales a informar”, dijo en lejano 2012.
Ante ello, AMLO siempre opto por las Redes Sociales, ya que aseguraba que la libertad de expresión se respetaba y el poder político estaba muy alejada de ellas, así como sus intereses.
Como si fuera un chiste de mal gusto, hoy el representante de la 4T, se vuelca en contra de dichas redes sociales, ahora asegura que sus adversarios ocupan dichas plataformas para manchar su gobierno y pese a ello, solicita investigarlas.
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Qué más nos depara la administración de Obrador, que se podría asegurar que padece demencia, sus discursos no concuerdan con sus acciones y mucho menos con lo que tanto criticaba antes de llegar al poder.
¿Dónde quedó todo aquello que el actual presidente Obrador, predicaba como mesías ante sus discípulos de la Cuarta Transformación? -hago énfasis en “discípulos” porque creían ciegamente en toda su oratoria populista- que poco a poco se están convirtiendo en sus adversarios.
