AMLO le hace la chamba a Sheinbaum

Sheinbaum
Especial

Tras la gran caída electoral de Morena en la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó en sus manos la reparación de daños, lo que pondrá a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en calidad de florero.

Como primera medida, el primer mandatario nombró como súper delegada de los programas sociales federales en la capital a Estefany Correa, quien hasta antes de su nombramiento era parte del equipo de la Ayudantía.

La anterior delegada renunció el mismo día de la jornada electoral, con lo que quedó demostrado que la función real de los súper delegados federales es operar electoralmente a favor de Morena en las entidades federativas.

Como parte de la tutela que López Obrador ejerce sobre Sheiunbaum, tranquilamente le sembró a su constructor favorito, José María Riobóo, en el Comité Técnico para la rehabilitación de la Línea 12 del Metro.

Al respecto, la jefa de Gobierno dijo sumisa que, en efecto, el presidente “palomeó” a Riobóo.

Los días del dirigente de Morena en la Ciudad de México, Héctor Ulises García, están contados. El presidente de la República se encargará de “palomear” al nuevo dirigente, para lo cual se menciona el nombre del senador Martí Batres.

También será el presidente López Obrador el que reconfigure el gabinete de Sheinbaum, con la idea de reposicionar a su partido para que esté en mejores condiciones competitivas durante el proceso electoral del 2024 en el que se renuevan todos los cargos en la capital.

En círculos políticos se da como un hecho la salida de Alfonso Suárez del Real de la Secretaría General de Gobierno, un cargo de vital importancia, para lo cual se barajan nombres en Palacio Nacional.

Otro cargo para el que se deshoja la margarita es la Dirección General del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, en donde la permanencia de Florencia Serranía es menos que insostenible.

La destitución nada decorosa de Irma Eréndira Sandoval de la Secretaría de la Función Pública es el primero de varios ajustes relacionados con el proceso electoral que el presidente López Obrador tiene en la mente.

Otros ajustes tienen que ver con el estado de México, en donde no le fue nada bien a su partido, pero sobre todo, el presidente enfocará sus baterías en proteger al principal bastión de Morena, que es la Ciudad de México.