El expresidente Felipe Calderón otorgó una entrevista a el diario El Sol de México, en donde donde resaltó que la energía del tabasqueño estaba en consumar “un intento de golpe de Estado para evitar que el presidente electo tomará posesión el 1 de diciembre de 2006”.
Ante esto, Calderón aceptó que fue difícil gobernar un Estado capturado por el crimen organizado y sin el apoyo de la izquierda mexicana, la cual fue encabezada por López Obrador. Sin embargo, le deseó suerte al político tabasqueño en su lucha contra el huachicol y aclaró que desde la oposición “no le pagará con la misma moneda.”
“México hubiera avanzado significativamente si hubiera habido la posibilidad de tener acuerdos con el mayor líder opositor en los tiempos que yo fui presidente. Por lo mismo creo, que no debe pagarse con la misma moneda, y que es importante que la oposición actúe con responsabilidad siempre pensando en el bien del país. Criticando lo que hay que criticar, que habrá mucho. Pero también apoyando las cosas que hay que apoyar”, declaró Calderón.
Hinojosa recordó que cuando él asumió el poder en 2006 encontró un fenómeno preocupante: la captura del Estado mexicano por parte del crimen organizado.
“La captura del Estado es un proceso mediante el cual el crimen organizado se va apoderando de instituciones del Estado, por ejemplo, policías municipales, ministerios públicos, alcaldes, gobernadores y va capturando al Estado en sus facultades esenciales”, explicó durante su charla con El Sol de México.
Agregó que durante su administración tuvo que ceder mucho ante el PRI, con mayoría en el Congreso, y que para sacar adelante sus reformas prioritarias tuvo complejas negociaciones con el partido tricolor.
“Fue muy difícil, sobre todo, cuando tienes que negociar con el PRI, que tiene mayoría, contra los intereses perversos que hay en el poder, como la corrupción de un gobernador o los tratos con el crimen organizado o la negligencia con la seguridad pública. Si yo hubiera podido acordar con la izquierda en México hubiera sido más fácil enfrentar todos esos intereses”, enfatizó.
Actualmente Calderón Hinojosa se encuentra en una especie de campaña para posicionar, junto a su esposa, su nuevo partido político llamado México Libre, el cual busca abrir las puertas a los ciudadanos y respete valores éticos. Aclaró que su oferta política no tiene que ver con atacar al nuevo gobierno, sino proponer las soluciones que el país necesita.
“No queremos que nuestra organización sea definida o reconocida por estar contra de alguien o en contra del gobierno, del presidente o de su partido, sino más bien que sea defendida y recordada por los ciudadanos a partir de lo que proponemos; a partir del México que queremos, a partir de las ideas y valores que sustentamos, y a partir de las políticas que consideramos serán las más eficaces para reconstruir”, comentó el expresidente.
