Al utilizar los servicios de médicos cubanos y no pagarles directamente sino a través de terceras personas –el gobierno de Cuba– el gobierno federal y el de la Ciudad de México incurrieron en el delito de trata de personas.
El artículo 5 de la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas señala que comete este delito “quien promueva, solicite, ofrezca, facilite, consiga, traslade, entregue o reciba, para sí o para un tercero, a una persona, por medio de la violencia física o moral, engaño o el abuso de poder para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre, o a la extirpación de un órgano, tejido o sus componentes”.
En el caso de los médicos cubanos, las autoridades mexicanas recibieron a decenas de personas que fueron traídas al país mediante el abuso de poder por el gobierno Cubano para realizar un trabajo profesional por el cual no cobraron, pues “su” gobierno cobró por ellos.
En junio del 2020, el gobierno de Estados Unidos puso a Cuba en su lista negra de países que fomentan la trata de personas precisamente por esta práctica de obligar a miles de médicos a prestar servicios en distintos países sin cobrar directamente por ello.
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El entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, indicó que aproximadamente 50 mil médicos se encuentran en esta situación de explotación por parte del gobierno cubano, que ha convertido al programa Unidad de Cooperación Médica en una de sus principales fuentes de divisas.
Es el caso de México, en un principio las autoridades aseguraron que se trataba de una acción de solidaridad entre ambos países. Pero ayer, la jefa de Gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum, confirmó que se le pagó a Cuba por el trabajo de los médicos, lo que convierte a las autoridades en cómplices del delito de trata de personas.
Según los cálculos de Estados Unidos, Cuba recolecta entre seis mil y ocho mil millones de dólares al año con el trabajo que los médicos realizan en aproximadamente 60 países.
Y los médicos, en general, reciben entre el 5 y 25 por ciento de esos ingresos. México contribuyó a fortalecer esa red de explotación del gobierno cubano. ¿Se sentirán orgullosos de esto los apologistas de la “Cuarta Transformación”?
JC
