El presidente Andrés Manuel López Obrador confesó que lo que más le afecta cuando sale de gira es que no puede saludar y dar abrazos a la gente, acercarse por respetar las medidas sanitarias ante la pandemia.
“En mi caso, me afecta muchísimo que no pueda yo dar la mano, porque yo no solo daba la mano, abrazaba y ahora nada más así, pero es cuidarnos y al mismo tiempo ir hacia la nueva normalidad”, comentó.
Sin embargo, más hipócrita no se pudo oír, pues apenas el sábado pasado, mientras llegaba a tierras veracruzanas, ignoró y casi arriba a un grupo de personas que intentaba acercarse a él, sin embargo, jamás se detuvo.
A través de redes circuló un video donde se ve a un grupo de madres esperando la llegada del mandatario en su camioneta, sin embargo, nunca se detuvo e incluso aceleró el paso e ignoró a las mujeres.
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De acuerdo a medios locales, éstas se trataban de madres de las víctimas del ataque armado en el bar Caballo Blanco, en Coatzacoalcos, quienes exigían una breve audiencia con el mandatario para exponer la problemática de inseguridad del estado y solicitar que la austeridad republicana no afecte a la Comisión de Víctimas de la entidad.
En este caso, se podría justificar que no se detuvo por precaución al contacto con las personas, pero recordemos que eso a él no le importa mucho cuando de verdad le interesa, ¿pues ya olvidó el saludo a la madre del Chapo, a quien hasta se acercó para darle la mano?
Usted juzgue.
