Tal parece que su amor por el pueblo “bueno y sabio” sólo le duró un año y medio al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues este sábado mientras llegó a tierras veracruzanas un grupo de personas intentó acercarse a él, sin embargo, jamás se detuvo.
De acuerdo a medios locales, se trató de un grupo de madres de las víctimas del ataque armado en el bar Caballo Blanco, en Coatzacoalcos, quienes exigían una breve audiencia con el mandatario para exponer la problemática de inseguridad del estado y solicitar que la austeridad republicana no afecte a la Comisión de Víctimas de la entidad.
No obstante, casi como estrella de rock, el presidente decidió no detenerse pese a que no era un grupo numeroso y tampoco tenían la intención de agredir, sin olvidar que viajaba en una de sus costosas camionetas.
AMLO va a saludar a su hermana en Cristo hasta Sinaloa, pero ahora, en su paso por Coatzacoalcos, Veracruz, se va hecho la mocha en su camionetota al ver a las madres de las víctimas de la masacre del bar Caballo Blanco.
Vía: @MuySuFrida pic.twitter.com/vLqI1mPshp
— Marco Levario Turcott (@Arouet_V) June 6, 2020
Incluso, una de las manifestantes aseguró que el chofer de López Obrador aceleró a tal grado que estuvo a punto de ser atropellada.
Te puede interesar | “Ya le ganastes”: AMLO a Rocío Nahle por dichos de Calderón sobre Dos Bocas
¿Será que los mexicanos tenemos que tener mucho dinero, fama y un hijo juzgado en Estados Unidos para que se baje de su vehículo a saludarnos?