Alfonso Romo, el contacto de AMLO con el Grupo Monterrey

Ayer por la tarde, el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador, salió de una reunión con empresarios del Grupo Monterrey, asegurando que su encuentro se dio en muy buenos términos pues ambas partes están muy interesadas en sacar adelante al país.

Pero esto no fue parte de un afán conciliador o de trabajo conjunto, pues detrás de estos “buenos términos” resuena el nombre de Alfonso Romo, futuro jefe de la oficina de presidencia, y contacto directo de AMLO con los empresarios.

Alfonso Romo ha sabido sacarle provecho a su “árbol genealógico”, pues es yerno de Alejandro Garza Lagüera, uno de los hijos de Don Eugenio Garza Sada, empresario regiomontano, creador del poderoso Grupo Monterrey.

Sin embargo, la carrera empresarial de Romo ha sido muy controversial desde la compra de la fábrica de cigarros Cigarrera Moderna, la cual serviría para financiar a Seminis, productora de semillas de frutas y hortalizas que finalmente se iría la quiebra, provocando una batalla legal con su suegro, la cual no agradó a los empresarios regiomontanos.

Romo minimizó la disputa y aseguró que se “llevaba de maravilla con todos los empresarios”.

Y aunque ahora a López Obrador parece haber olvidado el pasado de Romo, cabe recordar que en el 2000 lo calificó como parte de la “mafia del poder”, liderada por Carlos Salinas de Gortari, e incluso lo señaló por ser uno de los beneficiados con el Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro).

“Pudiésemos hablar del caso de la aseguradora ASEMEX, que era del señor Rodríguez, que Salinas se la entregó, la saqueó, nos costó al pueblo de México 400 millones de dólares y luego el señor Zedillo la entregó al señor Romo en 100 millones de dólares”, y añade “nos costó sanearla 400 millones de dólares y la vendió Zedillo en 100 millones de dólares”.

Dichas aseveraciones que resultaron ciertas, pues en 1996, el Gobierno Mexicano vendió Aseguradora Mexicana S.A  (ASEMEX) al Grupo Romo en 129 millones de dólares, que equivalían en aquella época a 955 millones de pesos actuales.

Pese a sus “turbios” antecedentes, fue el propio Dante Delgado, el encargado de llevar a Romo hasta Andrés Manuel, pues bien sabía que era la única opción de “sanar” las heridas abiertas con los empresarios, con quienes el tabasqueño en no menos de una ocasión había tenido diversas disputas y que ahora necesita para llevar a flote su futuro gobierno.

No es de extrañarse que ahora que Andrés Manuel López Obrador, se ha convertido en el ganador de la elección presidencial necesite de todo el apoyo de Romo para llegar a los empresarios del país, ¿será por eso que lo premia con la jefatura de la oficina de presidencia?