Tras saltar de las canchas de futbol a la presidencia municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco ha dado cátedra de la ineficacia que ha tenido como político.
Para nadie es novedad que la violencia en la “Ciudad de la Eterna Primavera” ha aumentado en los últimos meses y Blanco se ha escondido para evitar sus responsabilidades. Tanto así que su propio “manager” gobernó el municipio morelense por él.
En días pasados, se dio a conocer que el futbolista firmó un contrato por siete millones de pesos con el PSD de Morelos para contender como su candidato a la gubernatura de Cuernavaca. Aunque Cuauhtémoc Blanco negó que existiera tal acuerdo con el partido político, la Fiscalía General del Estado de Morelos determinó que la firma del contrato sí es legítima.
Cabe señalar que la rúbrica de “El Cuau” fue autentificada por un grafólogo.
En su momento, Blanco negó que el PSD le hubiera pagado un contrato millonario, además argumentó que se trataba de una campaña de desprestigio en su contra para obligarlo a renunciar.
Así queda en evidencia que además de no tener capacidad para gobernar, Cuauhtémoc Blanco es un mentiroso.
